sábado, 22 de marzo de 2008

Debate sobre la Guerra Popular en Nepal

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar para la semana del 11 de febrero de 2008 consta de un artículo. Los artículos pueden reimprimirse o utilizarse en cualquier forma, en todo o en parte, siempre y cuando se cite la fuente. También animamos a utilizarlos como fuente para escribir otros materiales. A los usuarios de estos artículos: Hicimos la traducción al español de estos textos de manera rápida, para que ustedes puedan recibirlos cuanto antes. Tal vez el usuario quiera darles una pulida para facilitar la lectura.

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El 12 aniversario de la guerra popular de Nepal y su desenlace pendiente [The 12th anniversary of the people’s war in Nepal and its unsettled outcome]

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1. El 12 aniversario de la guerra popular de Nepal y su desenlace pendiente
11 de febrero de 2008. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El 12 aniversario del inicio de la guerra popular por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) [PCN (M)], el 13 de febrero de 1996, se celebrará mientras el país está en medio de preparativos intensos para realizar elecciones nacionales para escoger una asamblea constituyente, cuya meta es poner fin a la monarquía y establecer un nuevo gobierno.
Se han programado y aplazado estas elecciones varias veces. La decisión de elegir una asamblea constituyente para decidir sobre una nueva forma de gobierno data de 2006 cuando, tras varias semanas de enormes protestas callejeras contra la monarquía, el PCN (M) y los partidos parlamentarios firmaron un acuerdo que llevó a un alto el fuego en la guerra revolucionaria y un gobierno interino, al que se sumó el partido maoísta en abril de 2007. Las instituciones políticas llegaron a un punto muerto cuando el PCN (M) se salió de ese gobierno en septiembre de 2007. Volvió a sumarse al gobierno a finales de 2007, con cinco ministros de menor rango, y volvieron a programar las elecciones para el 10 de abril.
Lo que se tiene que decidir ahora es qué clase de poder estatal se consolidará y cuál sistema socioeconómico prevalecerá. ¿Gobernará un Estado radicalmente diferente, en que la clase obrera y un auténtico partido comunista de vanguardia dirigirán al pueblo a romper con el sistema imperialista mundial y construir una sociedad completamente diferente? ¿O gobernará un Estado controlado por las clases reaccionarias y dominado por la India y las potencias imperialistas? Los amigos y simpatizantes de la revolución de Nepal por todo el mundo han seguido esos sucesos y buscan entenderlos a la luz de todo el proceso revolucionario que empezó en 1996.

Los antecedentes
Cuando los militantes del PCN (M) y sus simpatizantes jóvenes llevaron a cabo ataques militares simultáneos por todo el país e iniciaron la guerra popular, fue una expresión audaz de la intención del partido de liberar al pueblo de Nepal como parte de la lucha mundial contra el sistema imperialista y para alcanzar el comunismo.
Los combatientes iniciales sólo tenían unas pocas armas. Tenían poca experiencia militar y todavía no se habían organizado en ejército. No obstante, tenían la osadía de llamar al pueblo de todo el país a luchar por un nuevo gobierno, que acabaría con el sistema semifeudal dirigido por una centenaria monarquía y rompería la dependencia y subordinación del país a las potencias imperialistas y a la vecina India. Si bien los ataques iniciales fueron pequeños, el Estado reaccionario respondió con furia; persiguió a los militantes del partido en las ciudades y envió la policía militar a llevar a cabo muchos asesinatos y terror en el campo. A pesar de estos sanguinarios ataques, la insurgencia echó raíces rápidamente en la región montañosa del occidente del país, entre las llanuras fértiles al sur a lo largo de la frontera con la India y los montes Himalaya inhóspitos al norte a lo largo de la frontera con China. Las zonas rurales atrasadas de Rukum y Rolpa se convirtieron en una plaza fuerte de resistencia y símbolo de la revolución por todo el país y cada vez más el mundo. Cada una tiene una población de unos pocos centenares de miles de campesinos, principalmente pobres, en su gran mayoría de una de las muchas minorías nacionales.
Pronto el programa del PCN (M) para transformar al país empezó a plasmarse en hechos. En las zonas del país liberadas del aparato policial del viejo gobierno, nuevas formas de gobierno popular empezaron a echar raíces. Las esperanzas de los anteriormente oprimidos se convirtieron en una movilización enérgica. Florecieron organizaciones de diferentes sectores del pueblo: campesinos, mujeres, obreros, estudiantes y maestros. Casi desde el comienzo se dieron importantes transformaciones sociales en el campo.
Desde hace siglos, Nepal, como la vecina India, ha padecido el sistema de castas que condena a grandes sectores de la sociedad a una vida de opresión y humillación desde el nacimiento. Esto fue un blanco que la revolución atacó y golpeó fuertemente desde los inicios. En este sistema cruel, consagrado por el hinduismo, la miseria de los oprimidos se considera un castigo por la mala conducta en una vida previa y los privilegios de las castas superiores se consideran un derecho otorgado por dios. En la cima de este cruel sistema está el rey, que en el hinduismo se considera una reencarnación del Señor Vishnu. Además, tildaban a más de la mitad de la población de sectores tribales; no reconocían sus idiomas y suprimían sus culturas.
Cuando las chispas de la guerra popular empezaron a alumbrar un camino para acabar con esa vida intolerable, grandes cantidades de los pisoteados dieron la bienvenida a la revolución y se incorporaron a sus filas organizadas. Las campesinas que, como los hombres, sufrían muchas penurias en el occidente del país, también tenían que quitarse de encima el peso de las tradiciones reaccionarias. Por ejemplo, en muchas ocasiones las jóvenes tenían que casarse antes de la edad de 12 años. Pronto grandes cantidades de mujeres se sumaron a la revolución; se hicieron combatientes y aprendieron a leer y escribir. Muchas llegaron a ser comandantas y dirigentas políticas. La auténtica liberación de la mujer se alcanzaba por medio de la revolución.
La revolución trajo cambios dramáticos para las nacionalidades oprimidas en unos pocos años. Se promovió la igualdad de idiomas y culturas. El PCN (M) dio mucho énfasis al establecimiento de nuevas formas de gobierno locales y regionales en que los anteriormente oprimidos desempeñaban un papel dirigente.
La opresión feudal de los terratenientes es muy intensa en las fértiles llanuras del sur del país. Cuando la guerra se inició en 1996 todavía había una forma de esclavitud legal en algunas partes. Unos campesinos ni siquiera tenían el derecho formal de salir de los campos del amo. La revolución planteó la consigna “La tierra para quien la trabaja” y cada vez más campesinos pobres de las llanuras también empezaron a apoyar a la revolución. Muchos se incorporaron a la guerrilla en las colinas. Al comienzo era difícil para las fuerzas revolucionarias combatir en las zonas agrícolas donde las fuerzas del enemigo eran fuertes y podían aprovechar la red de carreteras y las llanuras para trasladarse rápidamente y concentrar armas superiores. Pero poco a poco esas zonas también pasaron a ser plazas fuertes de la revolución. Cada vez más las fuerzas del gobierno sólo podían quedarse acuarteladas en sus campamentos fuertemente fortificados.
Crecieron nuevos órganos de poder. Por ejemplo, se establecieron tribunales populares en las aldeas para resolver disputas y hacer cumplir el orden revolucionario. Prohibieron los matrimonios de menores y cada vez más jóvenes empezaron a escoger sus propias parejas sin tomar en cuenta la casta. Prohibieron la discriminació n contra las castas inferiores y se dieron cambios auténticos en las relaciones entre las personas. El alcoholismo, un gran problema en Nepal, fue blanco de campañas de educación y restringieron la producción y venta de alcohol. Todos los que visitaron las zonas liberadas del campo comentaron el entusiasmo que la revolución desencadenó entre los pobres.
Estos sucesos no hubieran ocurrido sin la creación del Ejército Popular de Liberación (EPL) en 2001. La fuerza, experiencia y organización del EPL crecieron rápidamente. Miles de soldados revolucionarios libraron batallas prolongadas contra las posiciones fortificadas del enemigo, el cual contaba con aviones y artillería pesada. Por medio de estas victorias grandes y pequeñas, el EPL se apoderó de armas modernas suministradas al Estado reaccionario por la India, Estados Unidos y Europa. Cada vez más el enemigo sólo podía trasladarse con tropas aerotransportadas o en columnas de centenares de soldados. Hasta en las llanuras fértiles donde las fuerzas armadas reales tenían bases grandes, la autoridad de la revolución paso a paso cobró fuerza y dominio.
Desde el comienzo el PCN (M) luchó por no dejar que la revolución se aislara en las zonas rurales, a pesar de que debido al terror despiadado del enemigo era sumamente peligroso para los maoístas entrar en las ciudades. Nepal es un país relativamente pequeño y la noticia de las transformaciones revolucionarias del campo se filtró a todas partes de la sociedad.
Como otros países del tercer mundo, las ciudades de Nepal han crecido enormemente en las últimas décadas. Este proceso aceleró durante la guerra popular. Además de los centenares de miles de habitantes de las barriadas de la capital, Katmandú, la clase media creció. El turismo, por ejemplo, es una de las principales actividades económicas del país, y miles de personas participan directa e indirectamente en él. Las organizaciones no gubernamentales (ONG) han brotado como hongos debido al financiamiento de muchos proyectos por los imperialistas, que esperan fomentar una alternativa a la guerra popular.
En Nepal, las fuerzas de la clase dominante están divididas en varios bandos. Las fuerzas agrupadas en torno a la monarquía y el ejército desde hace mucho son el centro del poder estatal reaccionario. Los dos principales partidos políticos en las zonas urbanas son el Partido del Congreso Nepalés, conocido por su sumisión a la India y, en menor grado, a Estados Unidos y otras potencias extranjeras, y el Partido Comunista de Nepal (Unido Marxista-Leninista) , o UML. El UML es un partido de falsos comunistas que se opusieron enérgicamente a la guerra popular desde el comienzo. Participaron en varios gobiernos reaccionarios que llevaron a cabo la sanguinaria represión de la revolución en el campo. El UML tiene muchos partidarios en la capital entre la clase media y los intelectuales a quienes, como fuerzas parecidas en muchos países, no les gusta el orden establecido pero que también se ilusionan acerca la naturaleza de las “democracias occidentales” y la posibilidad del cambio radical por medio de las elecciones. Desde el comienzo de la guerra popular en adelante, los maoístas han hecho muchos esfuerzos por influenciar a este sector de la población y atraerlo a la revolución.
Con el crecimiento de la guerra popular, el Estado central nepalés (con la monarquía y el Ejército Real de Nepal al centro) adoptó medidas represivas que empujaron a cada vez mayores sectores de la población urbana hacia la oposición. Además, empezaron a surgir escisiones en las clases dominantes cuando uno tras otro gobierno no logró desarrollar una estrategia para parar la insurgencia. En junio de 2001, el rey y la mayor parte de la familia real murieron en un tiroteo misterioso. El hermano del rey, Gyanendra, que a los ojos de muchos tenía la culpa de la masacre, tomó las riendas. Tras un breve alto el fuego y negociaciones con el PCN (M), Gyanendra envió al Ejército Real de Nepal (ERN) para atacar a la revolución, la cual hasta ese entonces combatía principalmente contra la policía militar. Esto tampoco tuvo éxito y la revolución siguió cobrando fuerza.
Ante la posibilidad de perderlo todo, el rey recurrió a una medida desesperada. Abolió el parlamento, puso bajo arresto domiciliario a los dirigentes de los partidos políticos legales e impuso un “estado de emergencia”. Las potencias occidentales hablaron un poco de democracia y derechos humanos, pero le dieron rienda suelta al rey y al ERN para aplastar a las fuerzas populares.
Sin embargo, se les salió el tiro por la culata. El EPL logró hacerle frente a los ataques del ERN. Además, la falta de una victoria decisiva para Gyanendra agravó las escisiones de las clases dominantes. El descontento e indignación por el estado de emergencia y la abolición de todos los derechos aumentaron por todo el país.
En este contexto, los partidos políticos como el Congreso y el UML, que habían estado colaborando con la monarquía y el ejército, se declararon en contra del rey. La mayor fuerza de la guerra popular y la agitación en las filas de las clases dominantes llevaron a las enormes protestas de centenares de miles de personas en ciudades y pueblos por todo el país en abril de 2006, especialmente en la capital. Esto obligó al rey a terminar el estado de emergencia y restaurar el parlamento.
En estas circunstancias declararon un alto el fuego entre el EPL y el Ejército Real de Nepal (cuyo nombre cambiaron al Ejército de Nepal tras el debilitamiento de la monarquía). Realizaron varias rondas de negociaciones entre los partidos políticos legales (principalmente el Congreso y el UML) y el PCN (M). Con el tiempo anunciaron un acuerdo para parar la guerra popular y formar un nuevo gobierno. Según el acuerdo, los combatientes del EPL fueron a acantonamientos (campamentos militares en varias partes del país, aislados del pueblo) y dejaron la mayor parte de sus armas bajo el control de la ONU. El acuerdo decía que el gobierno tenía que proporcionar alojamiento digno y alimento para los soldados del EPL, pero en realidad éstos han estado viviendo una situación de penurias.
Tras el movimiento de abril de 2006 se hizo evidente que sería sumamente difícil mantener una monarquía absoluta en Nepal. Se le oponía la gran mayoría de la población y las potencias extranjeras que antes apoyaban la monarquía y entrenaban al ERN temían que pudieran perder el control del país junto con la monarquía si no se estableciera un nuevo sistema de gobierno. Los reaccionarios conspiraron para establecer una monarquía constitucional, pero el PCN (M) se opuso vigorosamente. El amplio odio y oposición popular a la monarquía hizo mantenerla en cualquier forma una opción menos viable.
El problema fundamental en Nepal es qué clase de Estado reemplazará a la monarquía desacreditada y odiada. ¿Cómo será la relación entre el nuevo Estado y los obreros y campesinos? ¿Qué clase de sistema económico reflejará y fortalecerá, y cuál será su relación al sistema económico mundial y el sistema de Estados que lo acompaña?
Desde el comienzo no cabe duda de la meta de las clases reaccionarias de Nepal y sus patrocinadores internacionales. (Ver, por ejemplo, los informes del Grupo Internacional de Crisis, organizado por los imperialistas, que explica la estrategia propuesta, en crisigroup.org) . Los reaccionarios quieren disolver al Ejército Popular de Liberación, desmantelar todas las estructuras políticas creadas por la revolución en el campo y consolidar un nuevo aparato gubernamental que haga cumplir la subordinación de Nepal al sistema imperialista mundial y apuntale al reaccionario sistema de explotación en el país. Para hacer esto, los imperialistas y los reaccionarios necesitan resolver lo que consideran “el problema de los maoístas”, incorporándolos al gobierno y “reintegrando” a sus combatientes en la vieja sociedad y/o tomando medidas para paralizar al PCN (M) e impedir que actúe independientemente. Por ejemplo, el Estado reaccionario ya ha vuelto a abrir los odiados puestos policiales en las zonas rurales de donde los expulsó la revolución.
Los reaccionarios quieren que las masas regresen arrastrándose calladamente a sus parcelas o casas, y quieren eliminar todos los rastros de la guerra popular, que consideran una pesadilla. Esto significaría truncar las esperanzas que la revolución había despertado en las masas populares.
Los reaccionarios tienen varias poderosas armas a su disposición para concretar esta vil meta. Primero, tienen las fuerzas armadas organizadas y adiestradas ideológica, política y militarmente por el viejo Estado para defender el viejo orden. La guerra popular golpeó a esas fuerzas armadas, pero la India, Estados Unidos y Europa las han reforzado con ayuda y adiestramiento. Siguen siendo el baluarte del Estado hoy. Segundo, los reaccionarios recurren a la ilusoria promesa de cambios democráticos pacíficos por medio de las elecciones (mientras que fomentan violencia y amenazan con desastar un baño de sangre). Tercero, se aprovechan de los miles de hilos económicos, políticos y militares que mantienen a Nepal ligado estrechamente a lo que se llama con eufemismo “la comunidad internacional” y dominado por la misma, pero que en realidad no es sino el orden mundial dominado por los imperialistas.

Obstáculos a la revolución: Serios pero superables
En vista de la fuerza de los reaccionarios, no es de extrañarse que mucha gente en Nepal, al igual que en otros países, odie cómo se explota al pueblo y domine al país pero crea que es imposible en las condiciones de hoy lograr más que sacarle lo mejor posible a una mala situación. Es decir, cree que hay que aceptar un trato en que el sistema sigue básicamente intacto y esperar que la situación de las masas, o cuando menos una parte de la población, mejore por medio de unas reformas marginales. En Nepal, estas ideas tienen muchos partidarios en las fuerzas de la clase media que apoyan al UML.
Cuando se examina la situación particular de Nepal, se puede ver lo poderoso que es el atractivo de esos argumentos. Nepal es muy pobre y tiene muy poca industria. La principal fuente de divisas es la ayuda extranjera, el turismo y las remesas de los trabajadores que están en el extranjero, principalmente la India, donde trabajan en condiciones horrendas y padecen una explotación extrema.
Nepal no tiene salida al mar y está rodeado de dos grandes Estados reaccionarios: al sur, India, y al norte, China, cuyo gobierno capitalista abandonó el comunismo hace mucho tiempo y teme el maoísmo igual que los demás gobiernos.
Todo esto significa que Nepal es extremadamente vulnerable a las presiones y control extranjeros y a las presiones militares. En particular, India siempre ha considerado que Nepal es protectorado suyo y ha dominado su vida económica. Por eso, un punto de vista en el movimiento comunista nepalés ha sido que sería imposible liberar al país sin antes hacer una revolución en la India. Este punto de vista ha estado asociado especialmente con M. B. Singh, un dirigente del Partido Comunista de Nepal (Mashal) [Antorcha], que antes de 1996 se opuso duramente a iniciar la guerra popular y después se convirtió en encarnizado enemigo. El PCN (M) se formó principalmente a partir del partido Mashal y sus dirigentes tuvieron que librar una gran lucha ideológica contra lo que llamaron “la escuela de pensamiento Singh” y repudiar su tesis de la imposibilidad de la revolución en Nepal.
Otro obstáculo que se señala con frecuencia es la falta de un auténtico país socialista en el mundo actual. Esto significa que un Estado revolucionario genuino se encontraría aislado en el mundo. Quizá de más importancia, significa que la gente de Nepal y en general no ve la posibilidad de que un modelo o sistema estatal alternativo exista en ninguna parte. Incluso donde la resistencia armada al Occidente ha surgido, como en Irak, a menudo está bajo el control de reaccionarios con un programa social espantoso. Todo esto ha influenciado el estado de ánimo de las masas y la posibilidad de atraerlas a luchar y sacrificarse por la victoria completa… que, de todos modos, siempre se les dice, es imposible.
Aunado a la “muerte del comunismo”, se ha dado la mayor propagación y adoración de la democracia al estilo occidental (o democracia burguesa). Este punto de vista corresponde a los intereses de las clases dominantes del Occidente, que la promueven de mil maneras, pero también está muy arraigada por todo el mundo. A la dictadura capitalista la oculta la apariencia de igualdad de las elecciones, que en realidad no representan ningún reto al sistema económico ni al gobierno basado en él. Estos espejismos sobre la democracia y la igualdad bajo un sistema injusto son muy fuertes en las clases medias urbanas, donde los refuerza su propia situación un poco más privilegiada, incluso en un país pobre como Nepal. No se puede llevar a cabo ninguna transformació n revolucionaria de la sociedad si están unidos en su contra estos sectores sociales, y por eso sus ilusiones democrático-burguesa s son un serio obstáculo a una revolución.
Además, a pesar de los grandes avances del EPL en la guerra popular, en el plano militar las fuerzas populares son relativamente débiles y no tienen la misma clase de armas modernas avanzadas que el enemigo, especialmente las potencias extranjeras. ¿Es posible que un ejército construido desde abajo por la población de un país pobre y atrasado y que no tiene el apoyo de ningún país extranjero derrote a un ejército moderno que cuenta con apoyo y armas de los países más poderosos del planeta? ¿Es de extrañarse que mucha gente piense que esto es imposible?
Después de diez años, la guerra ha debilitado a la gente. Aunque la guerra popular despertó el entusiasmo popular, los ataques del enemigo han causado mucho sufrimiento. Incluso los partidarios más firmes de la guerra popular anhelan la paz. Toda la sociedad necesita una solución a esta guerra. La presión en pro de la paz puede convertirse en una gran presión para parar la revolución antes de alcanzar la victoria.

Por qué una victoria revolucionaria es posible en Nepal
A pesar de lo serios que son los obstáculos, sería un error trágico concluir que no existe ninguna posibilidad, por lo menos no en el futuro previsible, de alcanzar la meta que se declaró al comienzo de la guerra popular: establecer un Estado de un tipo único en el mundo actual, en que el pueblo, dirigido por un partido comunista revolucionario, tiene el poder político, en que es posible construir un sistema económico que no esté basado en la explotación y un país que pueda zafarse de las garras de los imperialistas. La experiencia de Nepal demuestra que se puede lograr lo que parecen milagros cuando se moviliza al pueblo de una manera revolucionaria para luchar por sus propios intereses en un país (y un mundo) que clama por la transformació n revolucionaria.
Cuando se examina de cerca la situación en Nepal, se puede ver por qué, entre otras razones, una victoria decisiva de las fuerzas revolucionarias es una solución seria, posible y necesaria a los problemas de la sociedad. Se puede transformar ese país atrasado y oprimido por el imperialismo en una avanzada en que rijan nuevas relaciones sociales no basadas en la explotación y en que los comienzos de un nuevo tipo de sociedad sirvan de ejemplo para el mundo.
Nepal es un país principalmente agrícola y la sociedad necesita con urgencia poner fin al sistema de terratenientes y otras formas de explotación feudal que lo tienen encadenado. Esta realidad significa que existe una enorme reserva de apoyo para el programa revolucionario de “tierra para quien la trabaja”. Es posible movilizar el apoyo de la mayor parte de la población por una revolución profunda en la agricultura. Ninguna reforma puede satisfacer esta necesidad ni desencadenar el entusiasmo del campesinado, que es la mayoría de la población.
El `proceso de erradicar completamente al sistema de terratenientes, instituir la política de “tierra para quien la trabaja” de una manera revolucionaria y alentar la cooperación voluntaria de los campesinos forjará nuevos cimientos para la economía nacional. Tal revolución agraria debilitaría lo que quede de las clases feudales de Nepal y fortalecería la base y el apoyo para las transformaciones revolucionarias en la población. Con la tierra en las manos de los productores sería posible, por medio de lucha y arduo trabajo, aumentar en una medida importante la producción por hectárea y así garantizar que el campesinado ya no tenga que seguir enviando a familiares a la India para trabajar en condiciones de miseria y degradación. Crecería la base para el comercio nacional junto con el desarrollo agrícola. De esa manera la revolución agraria puede granjearse el apoyo y unir a la gran mayoría del pueblo.
Aunque no cabe duda de que Nepal siguiera pobre por un tiempo, se podría dar importantes pasos rápidamente para mejorar la situación material de la población. El PCN (M) ya ha demostrado que es posible construir los caminos que se necesitan con urgencia en las regiones montañosas basándose principalmente en el entusiasmo de la población y una tecnología sencilla. Se podrían construir proyectos hidroeléctricos en muchas partes para llevar electricidad a las aldeas, en lugar de los enormes proyectos para surtir electricidad a la India y pasar por alto el campo nepalés. Aunque la base industrial es débil, sería posible construir la clase de industria necesaria para fabricar generadores, mangueras de riego, tubería para servicios sanitarios, etc. Se puede construir una economía nacional en que la industria de las ciudades esté al servicio de la base económica agraria de las zonas rurales, de modo que el país no esté a la merced del chantaje económico extranjero. Esto sentaría la base para una auténtica liberación nacional.
Con un gobierno revolucionario firmemente al mando que establece las prioridades sociales, se podría mejorar muy rápidamente la pésima situación de los servicios de salud y sanitarios de las masas. Aunque se requeriría mucho tiempo antes de que los hospitales de Nepal alcancen el nivel de los avances en el mundo, se puede lograr mucho con métodos relativamente sencillos que se basen principalmente en la movilización y educación populares.
Como ya dijimos, uno de los grandes logros de la guerra popular de Nepal ha sido la movilización hacia las filas de la revolución de grandes cantidades de mujeres, quienes han demostrado una gran resolución para arrancar de raíz la vieja sociedad que las ha mantenido oprimidas. De la misma manera, se puede desencadenar aún más esta fuerza revolucionaria en la lucha por construir una sociedad radicalmente diferente en que las mujeres tengan igualdad de condiciones con los hombres, en los hechos y por ley. Una ruptura radical con el viejo sistema feudal y con las viejas ideas y tradiciones de la opresión de la mujer que lo acompañan puede desencadenar esta fuerza por todo el país. Se puede contar con que la mujer luche para que la revolución siga avanzando.
Asimismo, la guerra popular presentó, de manera palpable, una solución a la situación de las castas inferiores y la discriminació n endémica contra las nacionalidades oprimidas. Hacer la revolución hasta el fin es la única manera de arrancar de raíz completamente estos horrores añejos. Puede atraer a enormes cantidades de los anteriormente oprimidos para ser la base sólida para seguir avanzando.
La cantidad relativamente grande de jóvenes educados de las ciudades de Nepal puede ser una gran ventaja para la construcción del país sobre nuevos cimientos. Pueden ayudar a forjar una nueva cultura que conserve y desarrolle lo mejor de las numerosas nacionalidades de Nepal y aprenda de lo científico y revolucionario del mundo entero y lo adopte. Se puede persuadir a muchos a ayudar a transformar el campo con conocimientos y métodos científicos y a unirse con el campesinado.
Las clases medias urbanas son cruciales para el éxito de la revolución. Es posible mostrarles por medio de la vida misma que un gobierno revolucionario puede dejarles espacio para participar de lleno en la transformació n social, criticar, etc. El sistema estatal de la nueva democracia, una forma de Estado en que la clase obrera gobierna en una alianza con el campesinado, las fuerzas de la clase media y aun unos capitalistas que quieren un país independiente, puede, si se maneja correctamente, responder a los sentimientos democráticos de las clases medias y satisfacerlos, mientras que combate las ilusiones acerca de la democracia burguesa. Esta clase de dictadura revolucionaria no debe impedir que estos sectores de la población se unan a la revolución. Puede llegar a ser una condición y un medio para ganarse a grandes cantidades de estas fuerzas vacilantes que se sienten atrapadas entre dos bandos. La vida en las bases de apoyo del PCN (M) ya demostró en forma embrionaria cómo este proceso puede ocurrir en gran escala una vez que el poder nacional esté en manos del pueblo dirigido por un partido comunista de vanguardia y se haya establecido la nueva democracia.
Existe la base, una vez que la revolución haya abierto el camino, para reconstruir el país y el mundo entero sobre una base completamente diferente, en que la explotación de algunas personas por otras no es la base de la sociedad. Éste es el futuro socialista y comunista que se vislumbró durante la guerra popular y que inspiró tanto a los campesinos pobres y a tantos otros también, en Nepal y más allá. Y es el fantasma del socialismo y el comunismo que aterra tanto a los imperialistas y reaccionarios por todo el mundo que están resueltos a desviar y a destruir implacablemente la revolución en Nepal.
En un momento dado, la revolución no tiene garantías de victoria ni en Nepal ni en ningún país. Pero se puede decir con seguridad que por difícil y grande que parezca el camino a la victoria revolucionaria final, es el único medio posible y real para transformar a Nepal. Es necesario que los comunistas se mantengan firmes en esta orientación y dirijan al pueblo para lograr esa meta.

La dimensión internacional
Ninguna revolución existe en un vacío. En Nepal el avance de la revolución está vinculado de cerca con el avance de la revolución en los países vecinos y en el mundo.
La proximidad e interconexión del país con la India es un arma de doble filo. Es cierto que esto aumenta la vulnerabilidad del país a las presiones, intervenciones y ataques abiertos. Es cierto que proporciona grandes ventajas a la revolución. India tiene enormes cantidades de masas sumamente oprimidas, muchas de las cuales tienen lazos culturales y lingüísticos con Nepal. Los millones de nepaleses que trabajan en la India ya han sido una importante fuente de conocimiento de la revolución en ese país y han inspirado apoyo para ella. Dadas las contradicciones extremas y cada vez más intensas de la sociedad india, un auténtico gobierno revolucionario en Nepal tendrá repercusiones inmediatas y profundas por todo el país, especialmente en el norte y el noreste. Aunque no tiene una frontera con Bangla Desh, Nepal queda a unas decenas de kilómetros de ese país, donde la gran mayoría de los 150 millones de habitantes viven en gran miseria. Anteriormente, el PCN (M) había hecho una convocatoria revolucionaria de una Federación Soviética del Sur de Asia para crear una nueva estructura estatal en la región basada en una lucha común por la nueva democracia y la auténtica igualdad de naciones. Si se establece un gobierno revolucionario en Nepal, existe una verdadera posibilidad de que los pueblos de la región acudan a su rescate.
No cabe duda de que la fuerza militar de la India y los Estados imperialistas es un obstáculo imponente y formidable. Pero es necesario ver sus debilidades. A la India las insurgencias le han costado mucho trabajo en el plano militar al interior de su propio territorio. Su gran operación de contrainsurgencia en Sri Lanka en los años 1980 fracasó estrepitosamente. Le sería muy difícil intervenir en Nepal, donde hay mucho odio por el expansionismo indio y donde la revolución puede sacar provecho de una geografía montañosa muy favorable. Los reaccionarios indios tendrían que pensarlo bien antes de lanzarse a tal jugada tan peligrosa.
Estados Unidos, por supuesto, es un enemigo muy peligroso y sanguinario. Pero sus fuerzas armadas tienen obligaciones en exceso, tienen escasez de personal y se tropiezan con más oposición a la agresión imperialistas por todo el mundo, como en su propia población. Aun las fuerzas armadas estadounidenses reconocen lo difícil que sería combatir contra revolucionarios maoístas con fuertes lazos al pueblo y amplio apoyo.
No cabe duda de que no se puede separar la revolución en Nepal del proceso revolucionario del mundo y de que existen factores positivos y negativos que hay que tener en cuenta. Por toda la región existen conflictos extremos e intensos en el seno de las clases dominantes y entre las masas y los opresores. El establecimiento de un auténtico gobierno revolucionario en Nepal sería como un relámpago en la región. Sí, los gobiernos de los Estados vecinos tratarían de intervenir para derrocar a tal gobierno, pero se despertarían las esperanzas de los pueblos de esos países de una manera sin precedente. Las masas populares de la región y a la larga del mundo entero representan una verdadera reserva de fuerza, si bien latente, para la revolución de Nepal. Un programa revolucionario claro y el ejemplo palpable de la toma del poder por las masas y de su gobierno de la sociedad pueden desatar ese potencial.
Ahora mismo el pueblo y los revolucionarios de Nepal están ante la clase de decisiones difíciles que toda revolución tenga que tomar que esté al borde de una posible victoria y que confronta el verdadero peligro de la destrucción. Los maoístas están ante las intrigas y la oposición de la “comunidad internacional” , la pandilla de ladrones y matones que gobiernan el mundo. En Nepal, y en otras partes, otro mundo ES posible, pero sólo arrancándolo de las garras de aquellos que hoy se ceban de este mundo y lo mantienen encadenado. De eso se trataban los doce años de la guerra popular y ésta es la gran tarea que tiene que llevar a término la revolución.
La guerra popular demostró la enorme fuerza de la gente del pueblo una vez desencadenada en una auténtica lucha revolucionaria. Una y otra vez los enemigos de la revolución se horrorizaron por la resolución y la capacidad de combate de las masas populares dirigidas por una auténtica vanguardia comunista. Ahora lo indispensable es que tener claridad acerca de los objetivos de la revolución y apoyarse en las masas revolucionarias y guiarlas para terminar la gran tarea iniciada en 1996 y crear un Estado completamente diferente como parte de la lucha global por un mundo diferente, un mundo sin explotación de clase, el comunismo.

Traducción tomada del periódico Revolución, y corregida

jueves, 13 de marzo de 2008

Debate sobre la lucha anti-imperialista en Irán



Polémica de Borhan Azemi, en el foro de yahoo groups maoist_revolution, contra las posiciones que plantean la conformación de un frente con los reaccionarios fundamentalistas islámicos en caso de una invasión o un ataque militar de los imperialistas yanquis. El camarada Borhan Azemi defiende la posición revolucionaria del Partido Comunista de Irán (MLM) de continuar la lucha por el derrocamiento de la República Islámica de Irán y al mismo tiempo prepararse para combatir contra los invasores imperialistas.
Esta discusión en maoist_revolution se inició a mediados de 2007 a raíz del artículo de Sunsara Taylor en Revolución* cuestionando la posición de la trotskista Organización Socialista Internacional sobre el fundamentalismo islámico.

Sobre los dos polos históricamente obsoletos del imperialismo y el fundamentalismo islámico, ¡y la formación de un frente único nacional con uno de ellos contra el otro!

«La actitud científica es “buscar la verdad en los hechos”. Nada se puede resolver con actitudes petulantes tales como “estimarse infalible” o “dárselas de maestro”. Extremadamente graves son los males que aquejan a nuestra nación, que sólo puede ser conducida por el camino de la liberación con una actitud científica y espíritu de responsabilidad. La verdad es una sola, y lo que determina quién la ha descubierto no son las fanfarronerías subjetivas, sino la práctica objetiva. La práctica revolucionaria de millones de hombres es el único criterio de la verdad. A mi juicio, ésta debe ser la actitud de Cultura China.»
Sobre la nueva democracia (Enero de 1940), Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo II

Ha habido intentos de Harry Powel, “Maoist”#1 y el MRPM Inglaterra de aplicar la cuestión de la reconciliació n con los fundamentalistas islámicos como el RFII (Régimen Fundamentalista Islámico de Irán) basados en la posibilidad de invasión/ataque militar yanqui a Irán.
Es muy importante señalar que ante las amenazas de invadir a Irán el Partido Comunista de Irán (MLM) planteó una línea completamente revolucionaria de continuar la lucha por el derrocamiento de la República Islámica de Irán y al mismo tiempo prepararse para combatir contra los invasores imperialistas y previno contra aquellas líneas en el movimiento de Izquierda que propusieron ponerse del lado de uno u otro de estos enemigos. Llamó a las masas y a los revolucionarios a darse prisa y construir una gran unidad tanto contra los reaccionarios como contra los imperialistas y construir el tercer polo —es decir, el polo popular— contra el polo de los imperialistas yanquis así como contra el del Estado de la República Islámica. Advirtió contra escoger de entre los archienemigos bajo cualquier pretexto. Y recalcó que sin esta línea que lleve a la revolución armada dirigida por el proletariado enfrentaremos la desastrosa situación como la de Irak en la que el pueblo es víctima tanto de los imperialistas como de los reaccionarios de todo tipo incluyendo fuerzas expatriadas de Sadam y otra variedad de fundamentalistas de la Edad Media como Moqtada Sadr**.
Desde entonces, Harry Powel, “Maoist”#1 y otros han tratado de socavar la posición revolucionaria del Partido Comunista de Irán (MLM).
Ellos han estado (¡y están!) muy ansiosos por forzar una línea colaboracionista de clases que llame a unirse con el régimen islámico en Irán a falta de un ejército popular (recordemos que “sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo”). A esta gente por lo general no le importa utilizar tácticas no-revolucionarias para difundir mentiras y tergiversar las declaraciones de sus oponentes. Además ellos atribuyen falsamente ciertas declaraciones al PCI (MLM), sólo para acusar basados en mentiras a este partido. Creo que NINGÚN revolucionario debe utilizar tal táctica deshonesta para aseverar algo. ¡El comunismo no aboga ni cree en que el fin justifica los medios! ¡NINGÚN maoísta debe atribuir una falsa declaración a un partido comunista (medios) en el momento de una lucha de dos líneas para alcanzar su “fin” (apoyar desvergonzadamente a las fuerzas fundamentalistas islámicas como el RFII bajo el pretexto de la formación de un frente unido con él contra la amenaza de invasión yanqui)!
No olvidemos que Mao nos enseñó: “Los comunistas deben estar dispuestos en todo momento a perseverar en la verdad, porque toda verdad concuerda con los intereses del pueblo; los comunistas deben estar dispuestos en todo momento a corregir sus errores, porque todo error va en contra de los intereses del pueblo. La experiencia de los últimos veinticuatro años nos demuestra que toda tarea, política y estilo de trabajo correctos responden siempre a las demandas de las masas en determinado tiempo y lugar y nos unen con ellas, y que toda tarea, política o estilo de trabajo erróneo no responde jamás a las demandas de las masas en determinado tiempo y lugar y nos aparta de ellas. Enfermedades tales como el dogmatismo, el empirismo, el autoritarismo, el seguidismo, el sectarismo, el burocratismo y la arrogancia en el trabajo son indefectiblemente perjudiciales e intolerables, y toda persona que las padezca tiene que superarlas, porque ellas nos apartan de las masas”.[1]
Un ejemplo de esto es cuando “Maoísta” #1 escribió, “¿Por qué una gente anda diciendo que los simpatizantes de la Línea de Resistencia Nacional piensan que los Fundamentalistas Islámicos son progresistas? Esta puede ser la línea trotskista no la nuestra”.
Primero que todo, todos sabemos que cuando “Maoísta” #1 estaba propugnando la formación del Frente Nacional con el Régimen Fundamentalista Islámico de Irán (de aquí en adelante RFII), él fue muy específico sobre la reconciliació n y unidad entre todos los comunistas iraníes y la RII para combatir en una posible invasión yanqui.
Debo decir que es bueno que él y sus amigos no piensen que la RII es progresista. ¡Eso es un avance! Ahora la pregunta que “Maoísta” #1 tiene que responder es ¿si ya no cree que la RII es progresista, entonces cuál es el carácter de clase de ese régimen? Y finalmente, por una vez él tiene que responder si el RFII es o no un reaccionario Estado teocrático, comprador-feudal, dependiente del imperialismo. ¡Uno no puede ser tan vago sobre el carácter mismo del régimen con el que promueve que se forme un frente unido! Eso no fue lo que el Presidente Mao Tse-tung hizo cuando llamó a la formación del frente único con el Kuomintang —sin la camarilla de Chiang Kai-shek— durante la invasión imperialista japonesa (18 de septiembre de 1931 a 7 de julio de 1937y después). La enseñanza del Presidente Mao sobre el carácter del partido Kuomintang es muy clara. Mao dijo:
“Los grandes déspotas locales y shenshi malvados, los grandes caudillos militares, los grandes burócratas y los magnates de la burguesía compradora ya han tomado hace mucho su decisión. Han sostenido y sostienen que toda revolución (sea cual fuere) es peor que el imperialismo. Constituyen el campo de los vendepatrias; para ellos no se plantea el problema de ser o no esclavos de una nación extranjera, porque han perdido todo sentido de la nacionalidad y sus intereses están indisolublemente ligados a los del imperialismo. Su cabecilla supremo es Chiang Kai-shek. Este campo de vendepatrias es enemigo jurado del pueblo chino. Si no hubiera existido esta jauría de traidores, el imperialismo japonés no habría podido proceder con tanto desenfreno. Son perros de presa del imperialismo.”[2]
Mao fue muy claro sobre la formación de este frente único. Dijo reiteradamente que basado en el carácter de clase de Chiang Kai-shek (las clases compradora y terrateniente) , éste no tenía cabida en el frente único. En la introducción al artículo de Mao el PCCh escribió: “Por la época en que el camarada Mao Tse-tung hizo este informe, Chiang Kai-shek negociaba la venta del Norte de China al Japón, después de haberle vendido el Nordeste, y proseguía intensamente sus operaciones militares contra el Ejército Rojo. Por consiguiente, el Partido Comunista de China tenía que hacer todo cuanto estaba a su alcance por desenmascarar a Chiang Kai-shek como vendepatria y, por la misma razón, no lo incluía todavía en el frente único nacional antijaponés que proponía. Pero ya en este informe, el camarada Mao Tse-tung previó que las contradicciones entre las diferentes potencias imperialistas podían conducir a una división en el campo de la clase terrateniente y la burguesía compradora de China. Más tarde, como la ofensiva del imperialismo japonés en el Norte de China chocaba gravemente con los intereses del imperialismo anglo-norteamerican o, el Partido Comunista de China consideró que la pandilla de Chiang Kai-shek, estrechamente ligada a estos intereses, podría, por orden de sus amos, cambiar de actitud respecto al Japón, y, en vista de ello, adoptó la política de forzar a Chiang Kai-shek a oponer resistencia al Japón. En mayo de 1936, a su regreso al Norte de la provincia de Shensí desde la provincia de Shansí, el Ejército Rojo demandó directamente al gobierno kuomintanista de Nankín el cese de la guerra civil y la unidad contra el Japón. En agosto, el Comité Central del Partido Comunista de China envió una carta al Comité Ejecutivo Central del Kuomintang proponiendo que ambos partidos formaran un frente único antijaponés y designaran delegados para celebrar negociaciones con este objetivo. Pero Chiang Kai-shek rechazó estas proposiciones. Sólo en diciembre, cuando fue detenido en Sían por oficiales del ejército kuomintanista partidarios de una alianza con los comunistas para resistir al Japón, Chiang Kai-shek se vio obligado a acceder a la demanda del Partido Comunista de poner fin a la guerra civil y preparar la resistencia al Japón.”[3]
Esta política fue adoptada por el Presidente Mao antes de la escalada total de la invasión japonesa (1937). Pero, el PCCh bajo el liderato del Presidente Mao no se mantuvo en esta táctica ni dirigió al proletariado basado en la anterior tarea táctica para la situación actual, cuando el imperialismo japonés trató de anexar a toda China. En la época en que toda China estuvo en peligro de ser anexada por el imperialismo japonés, el Presidente Mao hizo un análisis basado en la nueva situación (25 de agosto de 1937). Bajo la presión del pueblo chino, que exigió de manera unánime la Guerra contra el Japón, Chang Kai-shek hizo una declaración para resistir contra la invasión japonesa. “Esto lo hizo bajo la presión de todo el pueblo, y también como resultado del serio golpe que la invasión japonesa asestaba tanto a los intereses de los imperialistas ingleses y norteamericanos en China, como a los de los grandes terratenientes y la gran burguesía, que Chiang Kai-shek representaba directamente.”[4]
Por tanto los camaradas que están propugnando por la formación de un frente único con el RFII, deben mostrarnos si este régimen ha actuado o no en consecuencia “tratando” de hacer una declaración pública sobre armar a los iraníes, jóvenes y viejos para defender la patria en el caso de que el imperialismo yanqui pueda invadir a Irán.
Con respecto a tener presente la anterior cita del Presidente Mao, desafortunadamente, el camarada “Maoist” #1 sigue utilizando el método de la falsificación (o para ser más precisos, miente) al decir: “lo que provocó principalmente la Línea de Resistencia Nacional fue la abominable (¡abominable! ) línea del partido iraní del MRI que propugna por el derrocamiento del Régimen Islámico Iraní porque es el principal enemigo del pueblo iraní (hasta ahora bien) pero luego argumenta que sería el enemigo principal del pueblo iraní, si hubiera una invasión yanqui. [Téngase en cuenta que ésta no es una cita directa, es lo que “Maoist”#1 despotrica sobre el PCI (MLM), y su impulso eurocéntrico no le permite saberse el nombre del partido y lo llama “el partido iraní del MRI” —Borhan].
Esta es una línea de facto de que en el caso de una invasión yanqui el pueblo iraní debe, en lo principal, ayudar a los objetivos de guerra yanquis.” (Maoist#1, 6-feb-2008).
Oigan Mr. “Maoist”#1 y Mr. Powel, parece que realmente ustedes necesitan algo a que apegarse para encubrir su putrefacta línea de decir que es necesario unirse con una manada de criminales torturadores y asesinos del pueblo de Irán y sus mejores hijos e hijas, los comunistas. NO distorsionen la línea del PCI (MLM). Si ustedes quieren controvertir la línea del PCI (MLM), ¡háganlo! Pero tienen que CITAR —no sus desvaríos sino los documentos del PCI (MLM). Y no mientan. La mentira no es una ciencia y mucho menos la ciencia revolucionaria llamada maoísmo.
Este “Maoist”#1 escribió que el PCI (MLM) “cree”, “que en el caso de una invasión yanqui el pueblo iraní debe, en lo principal, apoyar los objetivos de Guerra yanquis”. ¿Cómo sabe él que el PCI (MLM) “cree” eso si no está escrito en sus documentos, ni en sus llamados, ni en sus comunicados de prensa? ¡Tal vez él asiste demasiado a las salas de chismorreo de la RII! ¡O tal vez practica la quiromancia islámica! Si estas líneas de nuestro Mr. “Maoist”#1 y su partidario Mr. Harry Powel, se tradujeran al farsi y se distribuyeran en el movimiento revolucionario iraní, la gente pensaría definitivamente que él es de otro planeta. Así que para educar a nuestros “Maoist”#1y Harry, permítasenos primero que todo anotar un par de cosas sobre el panorama político iraní. Hasta hace unos pocos años era sumamente difícil hacer agitación y propaganda contra el imperialismo en el movimiento de izquierda iraní y en todos los movimientos sociales progresistas de Irán porque, a nombre del antiimperialismo, la RII había embellecido a empujones todo su sumamente reaccionario sistema económico, político e ideológico. Por tanto el primer y principal problema para el PCI (MLM) en la forja de un tercer polo ¡no era convencer a las fuerzas revolucionarias y a las masas de no unirse con la RII! Eso era fácil y hasta hoy tal tipo de unidad constituye un beso de la muerte para cualquier fuerza revolucionaria auténtica y por buenas razones. La dificultad era luchar duro por establecer que los revolucionarios y el pueblo tenían que luchar contra el imperialismo yanqui y en el caso de invasión tener que combatir contra el imperialismo yanqui no para “salvar” a la RII sino para hacer una revolución contra ambos. Ésta ha sido la línea del PCI (MLM) en la teoría y en la práctica y está ampliamente documentada y es bien conocida en el movimiento de izquierda, en el movimiento femenino, en el movimiento obrero y en el movimiento estudiantil.
Espero que Mr. “Maoist”#1 y Harry sigan la línea del PCI ya que es ésta y solo esta línea la que representa los verdaderos intereses de las masas de Irán así como de todo el mundo. ¡No se unan con la RII! ¡Únanse con este partido y con las masas! ¡No apoyen a las clases dominantes, los grandes terratenientes feudales y capitalistas compradores, de la RII! ¡Apoyen y únanse con el PCI (MLM)!
¡Recuerden que no importa sin un individuo trata de tergiversar la línea de su oponente, por el contrario lo importante es saber cuáles son los intereses de clase que hay tras todas sus afirmaciones! Como dijera Lenin, “Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase.” Por tanto no se debe prestar atención a las mentiras y distorsiones que un individuo busca difundir sobre el PCI (MLM), más bien se deben ver los intereses de clase de tales intentos.
Otro ejemplo de tales distorsiones por parte de “Maoist”#1 es cuando trata de tergiversar mi punto de vista sobre el frente único, diciendo: “Borhan siempre habla como si Mao no creyera en formar un frente único contra el imperialismo en el caso de una invasión de una nación oprimida por parte de una nación imperialista” . (De su ultimo e-mail a nuestro Yahoo group fechado 27-ene-2008) . No es necesario reiterar que nunca he dicho tal cosa como la afirmada por “Maoist”. No tengo duda de que la mayoría de los camaradas reconocieron que yo incluso envié dos artículos escritos por el Presidente Mao sobre la formación del frente único y en ese e-mail mío (fechado 4-ene-2008) específicamente anoté que ya que Harry Powel y “Maoist”#1no han hecho ninguna cita directa de Mao respecto del contexto de la formación de tal frente único, y que ellos (“Maoist”#1, Harry Powel, MRPM-Inglaterra y otros) sólo planteaban su concepción y su versión (ambas erróneas e incorrectas —lo que abordaré posteriormente) sobre lo que Mao “dijo” y bajo qué condiciones el Presidente Mao habló sobre establecer y formar un frente único, por tanto envié dos artículos del mismo Mao. Nada más esto prueba que a pesar de lo que “Maoist”#1 está diciendo, yo reconozco que de hecho Mao nos enseñó sobre la formación del frente único basado en situaciones particulares en un momento dado. Ésta es una cuestión de deslinde: ¿Usted cree que un frente único tiene que estar bajo el liderato del proletariado dirigido por su partido o el proletariado y su partido tienen que estar bajo el liderato de los reaccionarios para tener un frente único? ¿Con qué tipo de fuerza material debe ejercerse el liderato proletario?
En ese e-mail mío, fechado el 4 de enero de 2008, escribí en respuesta al camarada Suresh Basker lo siguiente: «Por favor lean el punto de vista de Mao sobre el tema planteado por el camarada Suresh Basker. Ahí está la verdadera concepción maoísta sobre el frente único. Quisiera que todos lean los siguientes 2 artículos escritos por el Presidente Mao.
Luego de que cada uno tenga la oportunidad de leer por sí mismo, enviaré enseguida mis comentarios sobre lo del camarada Suresh Basker.
1- Por favor presten atención a lo que el presidente Mao siempre ha recalcado sobre el hecho de que la derrota del imperialismo japonés no está separada de la derrota de los reaccionarios o, como él lo planteó, de las fuerzas contrarrevolucionar ias.
2- Por favor lean sobre el hecho de bajo qué condición el PCCh con el liderato del Presidente Mao avanzó a forzar a Chaing Kai-shek a aceptar su política de poner fin a la Guerra civil.
3- Por favor tengan en mente que a pesar del hecho de que las amenazas de intervención militar por el imperialismo yanqui es seria, sin embargo Irán no ha sido atacado u ocupada por las fuerzas imperialistas como los imperialistas yanquis.»

I. La situación circundante y considerada por el partido comunista de China sobre la formación del frente único.

El Presidente Mao nos ha enseñado que “Sin un ejército popular, nada tendrá el pueblo”. Mao también nos enseñó que “sin un ejército popular, y salvo el poder todo lo demás es una ilusión”. Sin embargo él nos había enseñado que “El poder nace del fusil”. Y no debemos olvidar la gran lección que todos nuestros maestros nos han enseñado de que tenemos que tener “el análisis específico de cada situación específica en cada momento dado”. Esto último elimina la posibilidad de aplicar dogmáticamente una teoría sin tener en cuenta “el análisis específico de cada situación específica en cada momento dado” como en el caso de Irán, aplicar el mismo principio táctico de formación del frente único con la reaccionaria clase dominante de la RII va contra la enseñanza del Presidente Mao, como lo he explicado antes…
Ahora, analicemos la situación y las condiciones en que el PCCh llamó a la formación del frente único contra el agresor imperialismo japonés.

1- Herramientas necesarias previas a la formación del frente único; principios cardinales que guían la formación del frente único
Basado en el histórico, indiscutido y necesario hecho (por necesario hecho quiero decir que es un necesario e indispensable principio cardinal del MLM) y principio MLM de que para hacer la revolución tiene que haber teoría revolucionaria, basado en el indiscutido hecho y principio MLM de que tiene que haber un partido de vanguardia para dirigir la revolución, basado en el histórico hecho e indiscutido principio cardinal de que el Partido Comunista de China (PCCh) ya había tenido un pequeño pero decidido ejército rojo, basado en el histórico e indiscutido hecho de que luego de la lucha de dos líneas (para ser más exacto fue una lucha de tres líneas) entre la de Chen Tu-hsiu y la de Mao a la larga dio por resultado el triunfo de la línea de Mao, basado en el indiscutido principio cardinal del MLM de que mientras Chen Tu-hsiu, el exponente del oportunismo de derecha, “se preocupó sólo de cooperar con el Kuomintang y olvidó a los campesinos” (¡suena familiar! Lean las declaraciones de “Maoist” #1 y Harry Powel sobre qué tan fácil y simple es querer formar un frente único con el RFII), basado en el principio cardinal del MLM y en oposición al exponente del oportunismo de derecha en el PCCh (Chen Tu-hsiu) Mao formuló “que el campesinado era el aliado más leal y numeroso del proletariado chino”[5], basado en el indiscutido principio cardinal del MLM de que el PCCh ya había establecido sus bases rojas revolucionarias (poder rojo en varias provincias), y todos estos objetivos fueron logrados a través de una larga lucha, ¡mucho antes de la formación del frente único con el Kuomintang, menos las reaccionarias fuerzas de las clases compradora y terrateniente! Es claro que para formar un frente único hay algunos pasos necesarios que tienen que dares antes de considerar la formación de un frente único. No olvidemos que el frente único no es formado por la alianza entre los partidos comunistas y el régimen reaccionario de las clases gran burguesas y terratenientes.
¿Qué nos están aportando estos hechos? Estos hechos y enseñanzas, sin ninguna duda, nos están diciendo que a ningún Partido Comunista le está permitido principalmente formar un frente único antes de tener el ejército popular (¡de campesinos!, “el campesinado era el aliado más leal y numeroso del proletariado chino” —Mao) y antes de establecer bases revolucionarias rojas, con otras capas y clases del pueblo, la pequeña burguesía y el ala izquierda de la burguesía nacional, contra el agresor imperialista. ¡A menos que el “partido comunista” trate de suicidarse!, y poner sus débiles y pequeñas fuerzas desarmadas en una situación de mucho mayor peligro, fuerzas desarmadas que todavía no se han desarrollado a siquiera pequeñas fuerzas guerrilleras. En este punto no estoy hablando de ejército popular, estoy hablando del primer paso de formación de ejército popular mediante la formación de pequeñas unidades guerrilleras móviles como un primerísimo paso.
Hagamos una vez más esto un poco más claro desde otro ángulo.
La existencia de poder rojo y la capacidad de formar y mantener un ejército popular constituyen características clave de la línea de Mao de hacer la revolución en las naciones oprimidas. Toda propuesta táctica o reajuste estratégico (a través de negociaciones o por otros medios) tiene que tener en cuenta estos principios de la línea de Mao.
Mao lo planteó sin rodeos: “sin un ejército popular, nada tiene el pueblo”. De manera significativa, Mao hizo este muy importante comentario en su artículo “Sobre el gobierno de coalición”, cuando estaba discutiendo la relación entre el Partido Comunista de China y el Kuomintang e incluso la posibilidad de una cooperación a largo plazo.
En esta sección, Mao hace referencia a la exigencia de Chiang Kai-shek de que el PCCh le entregara todas las fuerzas armadas “a cambio de lo cual le concedería la ‘legalidad’”.
Mao respondió: “Esta gente dice a los comunistas: Entreguen sus tropas y les concederemos la libertad. Según su teoría, los partidos que no poseen fuerzas armadas deberían gozar de libertad. Ahora bien, en 1924-1927, el Partido Comunista contaba sólo con pequeñas fuerzas armadas; no obstante, la libertad de que gozaba se desvaneció tan pronto como el gobierno del Kuomintang comenzó a aplicar su política de ‘depuración del partido’ y de represión sangrienta. Y hoy día, la Liga Democrática de China y los demócratas dentro del Kuomintang no tienen fuerzas armadas, pero tampoco gozan de libertad. Durante los últimos dieciocho años, en las regiones dominadas por el gobierno kuomintanista, los obreros, campesinos, estudiantes y las personas de tendencias progresistas en los medios culturales, docentes e industriales no han contado con fuerzas armadas, pero tampoco han gozado de libertad.”[6]
“No es necesario volver a los distantes primeros años de la revolución china para comprobar este punto de Mao. La experiencia de los países oprimidos a lo largo de las últimas décadas ha demostrado que sin fuerzas armadas, el pueblo además de no gozar de libertad política sufre represión sangrienta y masacres por parte de la reacción. El ejemplo de Indonesia en 1965 cuando cientos de miles de comunistas y obreros y campesinos fueron masacrados es una lección trágica y dolorosa. En Chile decenas de miles de trabajadores y campesinos revolucionarios y gente progresista fueron asesinados cuando el ejército derrocó el gobierno legítimo de Allende en 1973. En 1981 en Irán, miles de comunistas, revolucionarios y progresistas fueron ejecutados o encarcelados cuando el régimen de Jomeini se volvió en contra de aquellas fuerzas que habían luchado para derrocar el régimen del Cha. En 1982, cuando las fuerzas de la revolución palestina abandonaron el Líbano bajo la supuesta ‘garantía’ de los imperialistas yanquis, centenares de personas fueron masacradas en los campos de Sabra y Chatila. En pocas palabras, para que un pueblo pueda tener libertad, avanzar la revolución, y defenderse de la represión del enemigo de clase, se requiere de un ejército popular.”[7] (Resaltado nuestro)
Por tanto, basados en la hipótesis de Harry Powel y “Maoist”#1 sobre la formación del frente único bajo cualquier circunstancia, tales como la alianza con los Guardianes de la Revolución islámica, el ejército del RFII, es correcto decir que si ellos hubieran estado en el liderato del PCCh durante y después de 1924, hubieran estado a favor de la desviación oportunista de derecha de Chen Tu-hsiu y no se hubieran basado en la línea revolucionaria de Mao de que “el campesinado” era “el aliado más leal y numeroso del proletariado chino” y/o hubieran estado a favor de “Entreguen sus tropas y les concederemos la libertad”. Nada más esto explicará el mismo carácter de su hipótesis de que en el momento de la invasión del imperialismo yanqui, ellos aceptarán la línea derrotista de entregar las fuerzas comunistas y legalizarlas solo para formar un frente único con las clases reaccionarias granburguesas- terratenientes del régimen islámico.
Para lograr el gobierno de nueva democracia en Irán, en el momento en que se asoma la amenaza de invasión yanqui, NINGÚN individuo o fuerza progresista y revolucionaria del mundo cederá ante el RFII ni, con el pretexto de la invasión yanqui, socavará la lucha por derrocar este régimen. Al mismo tiempo, NINGÚN individuo o fuerza progresista y revolucionaria del mundo socavará la lucha contra la posible invasión imperialista encabezada por el imperialismo yanqui con el pretexto de derrocar al RFII. La lucha contra el imperialismo no está ni puede estar separada de la lucha por derrotar a los reaccionarios (la famosa cita del Presidente Mao). Por eso, según el Presidente Mao, el partido comunista no puede olvidar la lucha contra un polo en favor del otro polo.
¡Ante la falta de un ejército popular en Irán, ante la falta de bases de apoyo revolucionarias establecidas, y ante la falta de un ataque y/o ocupación yanqui, Harry Powel and “Maoist”#1 están llamando a formar un frente único con los Guardianes de la Revolución (el principal ejército contrarrevolucionar io del régimen fundamentalista islámico de Irán)! ¡Esto solo significa capitular ante la RII con el fin de que le sea concedida la libertad de servir a la RII! ¡Qué verguenza!

II. ¿Cómo subió el régimen de la República Islámica de Irán al poder?

“¿Cómo subió Chiang Kai-shek al Poder? Por la Expedición al Norte, por la primera cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista por el apoyo que le dio el pueblo, que aún no lo conocía a fondo. Una vez en el Poder, Chiang Kai-shek, lejos de mostrarse agradecido al pueblo, lo derribó de un puñetazo y lo sumergió en el mar de sangre de diez años de guerra civil. A vosotros, camaradas, os es familiar este trozo de la historia. Esta vez, en la Guerra de Resistencia, el pueblo chino lo volvió a defender. Esta guerra culmina ahora con la victoria y el Japón está a punto de rendirse, pero él no guarda el menor agradecimiento para el pueblo. Por el contrario, hojeando los anales de 1927, quiere actuar repitiendo los viejos métodos. Dice que nunca ha habido ninguna ‘guerra civil’ en China sino un mero ‘exterminio de bandidos’. Como quiera que lo llame el hecho es que desea iniciar una guerra civil contra el pueblo, quiere hacer una carnicería con el pueblo”[8]

I. La República Islámica y la Revolución de 1979
“La República Islámica es la forma de gobierno asumida por el Estado reaccionario luego de que la monarquía fuera derrocada. El nuevo manto usado por la maquinaria estatal fue una respuesta a la crisis revolucionaria de 1978-79. Los acontecimientos a nivel internacional y la intensificació n de las contradicciones internas jugaron papeles decisivos en la formación de esa crisis. La crisis económica mundial de la década de 1970 influenció enormemente la economía iraní. La repentina subida en los precios del petróleo intensificó las distorsiones de la estructura económica. El papel del Sha como gendarme en la región y la expansión del aparato burocrático y militar para garantizar las metas estratégicas del imperialismo norteamericano en la región resultó en pesado gasto. Estas presiones y choques tuvieron lugar cuando las reformas imperialistas de la década de 1960 llegaron a su conclusión lógica: el estancamiento y crisis en la agricultura se hicieron evidentes, la migración del campo a las ciudades tomó dimensiones impresionantes y los alrededores de las ciudades se convirtieron en polvorines. La inflación se disparó y exprimió a los obreros y masas trabajadoras más que nunca. El distorsionado y frágil modernismo impuesto desde arriba por el imperialismo y su Estado cliente en unos cuantos sectores entró en aguda contradicción entre la pequeña burguesía y la burguesía media con las bases atrasadas y tradicionales de la sociedad. La contradicción entre la pequeña burguesía y la burguesía media con el capital imperialista y el capital burocrático-comprado r se intensificó. Las divisiones en las clases dominantes y las grietas que aparecieron en la maquinaria represiva y despótica del régimen avivaron las llamas de la crisis revolucionaria. El movimiento obrero y los movimientos de masas emergieron, las instituciones estatales sufrieron golpes y el aparato de inteligencia de la policía se deshizo. El ejército, abierta y directamente, se puso contra las clases oprimidas para salvar el sistema. El ejército fue puesto en una posición en que ningún avance de la revolución hubiera sido posible sólo atacando al ejército. La revolución de 1979, a pesar de los sacrificios y heroísmo de las masas, no pudo tener como blanco y destruir el corazón del Estado, es decir, las fuerzas armadas. Esto hubiera requerido que el liderato de la revolución estuviera en manos de la clase obrera y su partido de vanguardia y del lanzamiento de una guerra revolucionaria. La ausencia de este elemento vital les dio al imperialismo y a las clases reaccionarias espacio de maniobra para salvaguardar la maquina estatal de los golpes de las masas oprimidas. El establecimiento de la República Islámica actuó como un amortiguador o paraguas de seguridad para la maquina estatal.
La República Islámica fue el resultado de un compromiso histórico para reprimir la revolución. Los participantes en este compromiso fueron las potencias imperialistas y la reaccionaria coalición alrededor de Jomeini. Esta coalición primero y ante todo consistía de una capa de los burgueses y terratenientes tradicionales que habían sido afectados por las reformas imperialistas de la década de 1960, y cuyo poder económico y político había sido socavado. Una proporción significativa de estas fuerzas estaba bajo la égida de las instituciones clericales y religiosas. Su oposición a la “Revolución Blanca” se debió a que ellos vieron peligrar sus intereses de clase. Un sector de la coalición de Jomeini era la burguesía media tradicional ocupada principalmente en el comercio, que vieron la mesa del botín del imperialismo y sus lacayos y aspiraban a convertirse en compradores- burócraticos. Además, en la década de 1970 la camarilla real aumentó su monopolio económico y su despotismo político, malquistando a un sector de los capitalistas burocrático-comprado res. Durante la crisis revolucionaria de 1978-79 y en los días iniciales de la formación de la República Islámica, estos sectores malquistados se alinearon con Jomeini.
El objetivo del compromiso era reprimir la revolución y preservar el sistema y la maquina estatal existente. El temor de los imperialistas de una profundizació n de la revolución y la creciente influencia de las fuerzas revolucionarias les hicieron llegar a un rápido acuerdo con la tendencia de Jomeini. Los imperialistas de Occidente, encabezados por los Estados Unidos, querían salvaguardar sus intereses, que estaban en peligro. Otro importante elemento que les hizo adoptar esta política fue impedir la penetración de Irán por parte de la Unión Soviética. Considerando la intensificació n de su enfrentamiento con el bloque socialimperialista soviético, los imperialistas occidentales no podían tolerar una crisis revolucionaria y una creciente inestabilidad en Irán. La continuación de esta situación hubiera fortalecido la mano soviética y hubiera cambiado la correlación internacional de fuerzas. La coalición de Jomeini, de otra parte, quería remplazar a la clase dominante monárquica, hacerse cargo de los exorbitantes intereses comprador-feudales y regir el sistema según algunos cambios político-ideoló gicos que les favorecían. Para dominar, esta coalición necesitaba de la máquina estatal existente y sus instrumentos de coerción. La condición para este compromiso era que esta coalición debía poner en cintura la crisis revolucionaria, reprimir a las masas revolucionarias y reparar y fortalecer la dañada máquina estatal. Los imperialistas vieron en Jomeini, que había saltado a la cabeza de la revolución, la capacidad para hacer esto. Así que allanaron el camino para el establecimiento de la República Islámica. La República Islámica es el resultado del dominio de un liderato reaccionario sobre una auténtica revolución de masas. Este liderato tenía ciertas bases materiales. Las reaccionarias relaciones feudales y semifeudales proporcionaron un respaldo objetivo a la ideología islámica en la sociedad. A pesar de las restricciones impuestas sobre al aparato clerical durante las dos últimas décadas del régimen del Sha, el Islam siguió siendo una importante herramienta ideológica para controlar a las masas tanto urbanas como rurales y para rechazar la influencia de la ideología comunista. Si bien los comunistas fueron brutalmente reprimidos, las redes de mezquitas y Hosseiniyes [sitios para reuniones religiosas —traductor] estaban expandiéndose, y grandes sectores de gente descontenta, cuando sumieron la lucha activa y buscaron una filosofía, encontraron que el Islam estaba más fácilmente disponible. Esta fue una situación en la que, a nivel internacional, el nacionalismo progresista había mostrado ser incapaz de combatir al imperialismo y la reacción y las luchas de liberación bajo el liderato de los nacionalistas habían sido derrotadas o cooptadas por los imperialistas ya sea del bloque occidental o del bloque del Este. Como resultado del derrocamiento del Estado proletario en China por los revisionistas en 1976, el movimiento comunista internacional estaba enfrentando una importante crisis. El movimiento comunista en Irán estaba pasando por su período de juventud e inexperiencia y estaba pobremente preparado para un desafío de esos.
Además, los cambios hechos por el imperialismo a la estructura socieoeconómica de Irán y la tendencia monopolista del capitalismo burocrático habían arrastrado a un gran espectro de los sectores urbanos y rurales, que tenían creencias e inclinaciones religiosas, al escenario de lucha y oposición. Las tendencias pan-islámicas dentro del aparato clerical y entre las fuerzas que se oponían al imperialismo, y al desarrollo de relaciones capitalistas, desde un punto de vista feudal ganaron fuerza. La propagación de valores laicos y occidentales en las ciudades, que amenazaban los valores religiosos y las relaciones de clase semifeudales, se convirtieron en otro terreno para la oposición reaccionaria. Como reacción a la penetración de la cultura imperialista y a la decadencia moral de la monarquía, mucha gente, incluyendo sectores de los intelectuales, asumieron la defensa de la tradición y la religión.
La suma de estos elementos objetivos y subjetivos determinó la manera como avanzó la revolución y como Jomeini llegó a su liderato.
Durante varios años de sangrienta represión a las masas y la destrucción de un gran sector de la generación revolucionaria, la República Islámica se forjó y consolidó. La represiva máquina militar, ideológica y política del régimen fue forjada mediante la confrontación con los movimientos obrero y comunista, los movimientos nacional y campesino los movimientos de mujeres y de estudiantes y movimientos democráticos de las amplias masas. Los logros revolucionarios de las masas, tales como el establecimiento de consejos obreros en las fábricas, consejos y asociaciones campesinos en el campo, organizaciones de mujeres, asociaciones de escritores, organizaciones estudiantiles, consejos en los hospitales, escuelas, etc., y los logros revolucionarios de las naciones oprimidas fueron destruidos. Las instituciones militares y de inteligencia fueron reparadas y desarrolladas. El estallido de las llamas de la reaccionaria guerra Irán-Irak, encendidas por los imperialistas, disminuyeron más la energía revolucionaria de las masas. Mediante la sangrienta represión y la guerra Irán-Irak, surgió una contrarrevolució n concentrada. El aparato administrativo fue ligado más fuertemente a las fuerzas armadas y se reorganizó bajo el paraguas ideológico del régimen.
La República Islámica es dependiente del imperialismo, tanto económica como políticamente. Algunas de las fricciones con los imperialistas son reflejo de las contradicciones y rivalidades interimperialistas que se expresan en la escena iraní. Antes de la caída de la monarquía, el régimen del Sha era un perro de presa para los Estados Unidos, y los asesores, armamento y capital norteamericanos gozaban de una abierta presencia en Irán. Durante la revolución los Estados Unidos fueron puestos como blanco por la lucha revolucionaria de las masas, y los intereses norteamericanos sufrieron golpes. Después de la revolución. El bloque occidental comenzó a retejer sus lazos con Irán, principalmente a través de Europa; la Unión Soviética aprovechó el aflojamiento del anteriormente no desafiado control norteamericano sobre Irán y construyó activamente relaciones con el nuevo régimen. La superficial “independencia” de la República Islámica no es sino una pirueta del régimen entre sus amos internacionales, siendo el objetivo absorber mejor los choques de la crisis económica y política y encontrar una mejor posición entre los clientes del imperialismo. De hecho, la política exterior de la República Islámica durante toda su existencia fue más pro-Occidente y, considerando la dependencia fundamental de Irán del imperialismo occidental y el dominio del Estado semicolonial, no podría haber sido de otra forma.
El carácter de clase de un Estado no se define por el origen de clase de sus líderes y funcionarios. Quienes conforman el régimen islámico, al contrario de los jefes del régimen monárquico, no provenían ni de los grandes capitalistas monopolistas ni de los grandes terratenientes. La mayoría de ellos provenían de los señores feudales y medianos latifundistas que habían sido debilitados durante las reformas de la década de 1960, así como de estratos medios urbanos. Pero estos orígenes no cambian el carácter de clase de la República Islámica. Los clérigos gobernantes y sus aliados no clérigos, que asumieron la responsabilidad de salvaguardar las relaciones de clase particulares, rápidamente se elevaron a la posición de clases granburguesas y terratenientes.
El remplazo del régimen monárquico con la República Islámica muestra que los regímenes reaccionarios pueden tomar diferentes formas; los métodos y consignas pueden cambiar, las políticas e ideologías dominantes pueden ser modificadas y reformadas, pero el carácter de clase del Estado permanece sin tocar. Este tipo de cambios de un tipo de régimen a otro tiene un aspecto común: todos ellos tienen lugar dentro del marco de relaciones de producción comprador-feudales y apuntan a preservar estas reaccionarias relaciones.”[9]
Por ahora debe ser claro que el carácter de clase de las clases dominantes de Irán es el de granburguesas y terratenientes.
Estas fuerzas contrarrevolucionar ias son más fuertes que todas las fuerzas revolucionarias y progresistas combinadas, en otras palabras, son más fuertes que el pueblo. Pero a medida que las masas trabajadoras se organizan y se unen bajo el liderato del partido maoísta, pasarán de fuerzas pequeñas y débiles a grandes y fuertes, mientras que las fuerzas reaccionarias pasarán de grandes y fuertes a pequeñas y débiles. Ésta es la dialéctica de la marcha del pueblo hacia la libertad de la democracia, estableciendo el gobierno de nueva democracia basado en la unidad de obreros y campesinos, bajo el liderato del partido de vanguardia del proletariado, y de allí hacia la transición socialista y finalmente el mundo comunista.
Librar la guerra civil contra el pueblo ha sido el objetivo principal de las reaccionarias clases dominantes, para reprimir todo movimiento político de los obreros, estudiantes y mujeres iraníes. Así que a la vez que el régimen de la RII que, desde que se robó la revolución de 1979, ha estado librando una guerra civil contra el pueblo, hablar de reconciliació n con estos reaccionarios es como aceptar una rendición y derrota total, ondear la bandera blanca en vez de ondear la bandera roja. La bandera roja es nada menos que prepararse para iniciar la guerra popular. Éste es el objetivo del Partido Comunista de Irán desde que fue establecido. Y como el PCI (MLM) ha anunciado recientemente, ellos están aún en la atapa de preparativos para librara la guerra popular con el objetivo de conquistar el poder, mediante la larga lucha de la guerra popular para derrocar a las reaccionarias clases dominantes de grandes terratenientes y burguesía compradora, a través de una revolución de nueva democracia en un Irán hoy semifeudal y semicolonial.
¡Una tendencia reformista internacional, a nombre de la formación del frente único con el “progresista” y “antiimperialista” RFII, está pidiendo indirectamente, de parte del susodicho régimen, el desarme de las fuerzas progresistas y revolucionarias incluyendo el PCI (MLM)! Permítanme aclarar que no estoy diciendo que esa tendencia son agentes del régimen de la RII, para nada. Lo que estoy diciendo es que esta tendencia es una concepción reformista ¡e indirectamente promueve lo mismo que el régimen de la RII está predicando! La RII está diciendo que ¡todo movimiento político contra sus intereses está organizado por el imperialismo yanqui en un momento en que la amenaza de Guerra es inminente!
Así que en la práctica lo que Mr. Powel y “Maoist”#1 les están pidiendo a los obreros, campesinos, estudiantes, mujeres y revolucionarios proletarios es ¡parar la resistencia organizada (autodefensa) contra la represión del régimen de la RII (y la guerra civil librada por ésta)!
Tal tendencia se inclina a cerrar los ojos ante la guerra civil librada por el régimen fundamentalista islámico de Irán (RFII) en los últimos 29 años.

II. La guerra civil en Irán desde la revolución de 1979
La RII llegó al poder mediante el robo de la revolución al pueblo en 1979. Desde entonces la RII ha librado una guerra contra el pueblo kurdo y todavía está reprimiéndolo duramente. Pero todo esto les parece bien a Harry Powel, “Maoist”#1, y el MRPM-Inglaterra. El próximo verano se cumplen 20 años de la gran masacre en 1988 de presos políticos, cuando los carniceros islámicos asesinaron a miles de presos políticos en cuestión de dos semanas por orden directa de Jomeini. ¿Cuenta esto algo para Harry, número uno y los otros? Desde el primer día de la RII se han movido para esclavizar a la mujer mediante la brutalidad policial así como apretando las cadenas de la tradición y la religión. ¿Acaso eso importa? ¡Quizás no! ¡Después de todo son simples mujeres! ¡Los otros son simples obreros y campesinos! ¡Son sólo 70 millones! Pero chicos, estos fundamentalistas islámicos son un infierno de matones. Así que han revivido los tribunales de la Inquisición en Irán y contra el pueblo iraní y ¡¿no importa si son clases feudal-compradoras de Irán que han mantenido fuertemente encadenado a Irán al sistema mundial capitalista dirigido adivinen por quién?!
De hecho Harry y “Maoist”#1 piensan que saben más que los maoístas en Irán sobre el carácter de las clases dominantes de la RII, y las ven como clases progresistas y antiimperialistas!
Por tanto, espero que Harry Powel, “Maoist”#1 y otros, comiencen a abrir los ojos a las atrocidades y masacres que han sido (y están siendo) cometidas por la RII asesinando a obreros desarmados como el de una fábrica de fundición de cobre en la Mina Mirook Mine cerca de la aldea de Khatoon Abad, sólo porque protestaron contra la decisión de los capitalistas compradores propietarios de la mina (quienes son parte de la clase dominante de la RII) que despidieron a los trabajadores por contrato que habían estado exigiendo seguridad laboral con empleos permanentes. De hecho esta protesta estaba dirigida contra la reducción de la nómina de la “compañía minera del cobre Khatoon Abad” para mantener altas sus ganancias y contratar obreros como trabajadores temporales. Finalmente, organizaron una manifestación el 23 de enero en Shahre Babak (ciudad Babak), una ciudad cercana a su aldea. Los obreros iban acompañados por los miembros de su familia para expresar su opinión, compartir su sufrimiento y exigir empleo como su derecho básico con otros residentes de la ciudad. La RII estaba temerosa de que esta manifestación pudiera iniciar una protesta más grande al unirse más gente a los manifestantes, gente que odia a este régimen. Poco después de congregarse, los manifestantes fueron confrontados por antimotines y fuerzas de seguridad que comenzaron a atacar a los obreros y sus familias con ametralladoras. Al final 4 obreros fueron muertos de manera brutal, ¡utilizando helicópteros para atacarlos desde el aire, al tiempo que los antimotines de los Guardianes de la Revolución usaban ametralladoras para atacarlos desde tierra! Igual a lo sucedido en la Margen Occidental en Gaza, cuando las fuerzas israelíes abrieron fuego desde helicópteros matando a los manifestantes palestinos.
Como lo mencioné antes, éste no es el primer incidente durante la dominación del régimen islámico en Irán. La clase dominante islámica de Irán ha estado empeñada en una interminable y cruel confrontación desde que está en el poder. Los cruentos ataques al campus de la Universidad de Teherán (julio de 2000 y también junio de 2004) en los que cruelmente lanzaron estudiantes desde el techo de un edificio de la universidad, matando a varios estudiantes; el asesinato de la periodista iraní-canadiense Zahra Kazemi; la cadena de asesinatos de activistas políticos dentro y fuera de Irán; la violación y asesinato de la médica Zahra Bani-Yagoob, MD (23 de noviembre de 2007). “Zahra Bani-Yaqoob, de 27 años, caminaba con su novio en un parque de la ciudad de Hamedan (del centro de Irán) el 11 de octubre cuando la arrestó la ‘policía de la Virtud’, una fuerza de seguridad encargada de imponer el ‘comportamiento islámico’. La violaron en custodia e informaron de su muerte a 48 horas de su arresto. A pesar de una campaña orquestada de las autoridades para impedir la difusión de las noticias, este asesinato conmocionó e indignó a mucha gente.”[10]
El arresto y tortura de 30 activistas estudiantiles un mes antes del día del estudiante [6 de diciembre[11]] el año pasado, es otro ejemplo de lo que es el régimen con el que —sin tener en cuenta su carácter de clase y sin tener en cuenta sus continuas y crueles atrocidades— algunos individuos están llamando a formar un frente único.
“Ahora los estudiantes comunistas iraníes están enormemente preocupados por la situación de más de 30 estudiantes compañeros suyos que han sido encarcelados por las fuerzas especiales de seguridad. No hay oportunidad de contacto con los prisioneros dentro de estas celdas. Esta parte de la cárcel está incluso por fuera del control de los principales funcionarios de la cárcel de Ewin. Lejos de cualquier testigo y mediante la mayor opresión, física, sicológica y sexual, extraen información por la fuerza a los prisioneros, obligándolos a aceptar la supuesta acusación, haciéndolos confesar falsos crímenes, etc.”[12] [La continuación de esto está en la nota de pie de página].
¡Los de arriba son solo unos cuantos ejemplos de las miles de atrocidades que muestran el verdadero carácter reaccionario del régimen de la IRI!
Harry Powel y su amigo “Maoist”#1 han estado abriéndole la puerta a la más “popular” y estrafalaria discusión del frente único nacional basándose en hechos distorsionados, en versiones embusteras, falsas e incorrectas fraguadas por ellos sobre la experiencia del PCCh sobre la formación del frente único (a lo que volveré más adelante). Pero no olvidemos que ellos comenzaron defendiendo la posición de la OSI (Organización Socialista Internacional, una organización fielmente trotskista), que cuestiona y se opone a las correctas posiciones del PCR y el PCI (MLM) sobre los dos polos obsoletos, el imperialismo y el fundamentalismo islámico, y luego para evitar ser etiquetados como defensores del reaccionario polo fundamentalista islámico se basaron en la posición de que si se apoya a uno de estos “dos históricamente obsoletos” se acaba fortaleciendo al otro.
Como sintetiza el Presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU Bob Avakian:
«Relacionado con esto, tenemos que luchar simultáneamente contra dos tendencias que representan (en palabras de Engels) “los polos opuestos de una misma mediocridad”. Por un lado, hay una línea —que tiene adeptos entre unas fuerzas “izquierdistas” de Estados Unidos y otras partes— que apoya a los fundamentalistas islámicos simplemente porque en cierta medida se oponen al imperialismo, y al imperialismo estadounidense en particular, sin examinar y sin siquiera preocuparse mucho del contenido de esa oposición y adónde llevarán la ideología y el programa del fundamentalismo islámico —los horrores que realmente representan. Esto destaca lo importante que es la polémica de Sunsara Taylor que publicó Revolución hace poco —una polémica contra la Organización Socialista Internacional y su oposición al análisis de los “dos sectores anticuados”, así como contra su línea economicista (y ridícula) de que la gente trabajadora de Estados Unidos no se beneficia del imperialismo— a lo cual tal vez la respuesta más significativa es, simplemente: “¿¡En qué mundo viven, carajo?!”.
Esa es una polémica importante, pero seguirá siendo necesario responder —diseccionar y refutar— este tipo de argumento (de la OSI y otros). En última instancia, representa una orientación derrotista hacia la posibilidad de oponerse al imperialismo por medio de movilizar a las masas sobre bases revolucionarias, y de limitar o relegar la lucha a la contienda entre estas dos fuerzas reaccionarias y anticuadas; viene a ser, o conduce a ser, animadores de uno u otro lado (y en el caso de los que tienen pretensiones “antiimperialistas” , a hacerlo en pro de quienes, como los yijadistas fundamentalistas islámicos, hasta cierto punto se oponen al imperialismo estadounidense, pero, repito, que lo hacen desde una posición reaccionaria e “históricamente anticuada”, tanto política como ideológicamente) . Es una cosa cuando en el pasado, la posición y el papel de ciertas personas vino a ser, o se limitó, a simplemente jugar el papel de animadores de las fuerzas que luchaban contra el imperialismo estadounidense, pero esas fuerzas libraban lo que se podía considerar legítimamente una lucha revolucionaria (por ejemplo, la guerra popular de resistencia del pueblo vietnamita contra Estados Unidos). Pero es algo muy diferente si uno se vuelve animador de fuerzas cabalmente reaccionarias, con todos los horrores que ya han cometido y que cometerían en una escala mucho mayor si pudieran hacerlo.»[13]

III. Algo de información y antecedentes históricos sobre la revolución china
1- El golpe de Shanghái
Chiang Kai-shek trató de poner fin a la creciente influencia comunista desde la Expedición al Norte de 1926 (no olvidemos que el Dr. Sun Yat-Sen murió en 1925, poco después de su muerte comenzó una lucha a muerte por el poder dentro del Kuomintang), que comenzó a arrebatarles el poder a los señores de la guerra que quedaban. Con Chiang como comandante en jefe, las fuerzas del ERN se tomaron las ciudades de Wuhan y Nanchang, y se prepararon a moverse hacia Shanghái.
Como las tropas del ERN avanzaban hacia la ciudad (bajo la línea contrarrevolucionar ia de Chen Tu-hsiu), los obreros de Shanghai fueron llamados a la huelga y a tomarse instalaciones clave. Habiendo sacado con engaños a los comunistas, Chiang desató un reino de terror contra los comunistas y sus simpatizantes.
Con la ayuda de líderes del bajo mundo de Shanghai y con respaldo financiero de los banqueros de Shanghai y extranjeros, Chiang armó a centenares de gánsteres, los vistió con uniformes del Kuomintang y lanzó un ataque sorpresa en la noche contra la milicia obrera. Cerca de 5.000 comunistas de Shanghai fueron asesinados. Esto fue seguido por masacres de comunistas y diversos bandos anti-Chiang en otras ciudades chinas.
2- La guerra civil
Luego de la masacre de 1927, los comunistas se dividieron entre una política insurreccional de atacar los grandes centros urbanos (propugnada por Chen Tu-hsiu) y una política de basar su rebelión en el campo. Luego de costosas derrotas en Nanchang y Changshá, la corriente de la opinión comenzó a cambiar hacia Mao Tse-tung, quien junto con Chu Te había establecido sus fuerzas en las montañas Chingkang en la frontera entre Chiangsí y Junán, y quien defendía la rebelión rural.
Los levantamientos dirigidos por los comunistas en otras partes del país tuvieron algún éxito. Sin embargo, los ejércitos comunistas eran aún pequeños y con recursos muy limitados. Adoptaron una estrategia de guerra de guerrillas haciendo énfasis en la movilidad y el despliegue de fuerzas para ataques cortos contra el enemigo, seguidos por rápida dispersión una vez terminado el ataque. Evitaban engarzarse en batallas salvo donde sus fuerzas eran abrumadoramente superiores. La estrategia se sintetizó en una consigna de cuatro frases:
Cuando el enemigo avanza, nos retiramos;
Cuando en enemigo acampa, lo hostigamos;
Cuando el enemigo está cansado, lo atacamos;
Cuando el enemigo se retira, lo perseguimos.
Para 1930 el Partido Comunista de China tenía un ejército de unos 100.000 combatientes que presentaba tan serio reto al Kuomintang que Chiang tuvo que librara varias campañas de aniquilamiento contra ellos. Él fue derrotado todas las veces, y el ejército comunista continuó expandiendo su territorio.


IV. La alianza del Partido Comunista de China con el Kuomintang se basó en los nuevos Tres Principios. ¡Los viejos Tres Principios del Pueblo vs los nuevos Tres Principios!
En 1923, el Partido Comunista de China decidió establecer un frente único revolucionario. Ayudó a Sun Yat-sen a reorganizar el Kuomintang (el Viejo Tong Meng Hui fue reorganizado en el Kuomintang luego de la Revolución de 1911). Con la formación del frente único Kuomintang-comunist as, el Partido Comunista de China movilizó a las masas en una amplia escala, y la situación revolucionaria se desarrollo de manera vigorosa. Siguió en ascenso después de la muerte de Sun Yat-sen en 1925. Organizadas y fortalecidas por el Partido, las fuerzas revolucionarias barrieron a las fuerzas reaccionarias en Guangdong, y en 1926 comenzó la Guerra de la Expedición al Norte. Apoyado por las masas, el ejército revolucionario derrotó a los ejércitos contrarrevolucionar ios de los señores de la Guerra en el Norte y ocuparon el Centro y Sur de China. El movimiento obrero-campesino creció rápidamente en todo el país.
Según el PCCh, es cierto que Mao formó un frente único con el Kuomintang. Pero también es cierto que el Kuomintang fue fundado por el Dr. Sun Yat-Sen (1912), el representante político de la burguesía nacional. Según el Presidente Mao, el Kuomintang fue establecido basándose en los viejos Tres Principios del pueblo. ¡Pero los mismos viejos tres principios no fueron la base de la alianza entre el PCCh y el Kuomintang! Sólo cuando el Partido Kuomintang desarrolló y avanzó los viejos principios en los nuevos tres principios (con la ayuda de comunistas como Mao mismo) según Mao fueron considerados parte de los principios de la revolución democrático-burguesa en China, algunos aspectos básicos de la revolución de nueva democracia.
“Los Tres Principios del Pueblo eran los principios y el programa expuestos por Sun Yat-sen acerca del nacionalismo, la democracia y la vida del pueblo en la revolución democrático-burguesa de China. En 1924, en el Manifiesto del I Congreso Nacional del Kuomintang, congreso caracterizado por la cooperación entre éste y el Partido Comunista, Sun Yat-sen expuso de nuevo los Tres Principios del Pueblo, interpretando el nacionalismo como oposición al imperialismo y expresando su activo apoyo al movimiento obrero y campesino. Los viejos Tres Principios del Pueblo se desarrollaron y se convirtieron así en los nuevos Tres Principios del Pueblo que comprendían los Tres Principios Políticos Cardinales: alianza con Rusia, alianza con el Partido Comunista y ayuda a los campesinos y obreros. Los nuevos Tres Principios del Pueblo constituyeron la base política para la cooperación entre el Partido Comunista de China y el Kuomintang durante el período de la Primera Guerra Civil Revolucionaria.”[14]
Así, si la base de la alianza del PCCh con el Kuomintang eran los Tres Principios del Pueblo que fueran adoptados por el Dr. Sun Yat-Sen con la ayuda del PCCh, ¿sobre qué base debe el PCI (MLM) formar alianza con el RFII? ¿Hay alguna similitud entre el Partido Kuomintang (fundado por el Dr. Sun Yat-Sen y la cooperación del PCCh) y el RFII? Por supuesto, no hay ninguna.
“En 1923, con la ayuda del Partido Comunista de China, Sun Yat-sen decidió reorganizar el Kuomintang, establecer la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista y admitir a comunistas en el Kuomintang. En enero de 1924 convocó en Cantón el I Congreso Nacional del Kuomintang, en el que formuló las Tres Grandes Políticas: alianza con Rusia, alianza con el Partido Comunista y ayuda a los campesinos y obreros. Participaron en este Congreso los camaradas Mao Tse-tung, Li Ta-chao, Lin Po-chü, Chü Chiu-pai y otros, quienes desempeñaron un papel importante ayudando al Kuomintang a tomar el camino de la revolución. Algunos de estos camaradas fueron elegidos miembros del Comité Ejecutivo Central del Kuomintang, y otros, miembros suplentes”.[15]
Lo que el Presidente Mao escribió sobre el carácter de clase del Kuomintang, nos recuerda a los comunistas iraníes mucho el Régimen Islámico, desde que se robó la revolución de 1979 y la transformó en contrarrevolució n. A todo lo largo y ancho de Irán los obreros, los campesinos, los estudiantes y maestros, han permanecido bajo el dominio contrarrevolucionar io del régimen islámico.
“El actual régimen de los nuevos caudillos militares del Kuomintang sigue siendo el de la burguesía compradora en la ciudad y de la clase de los déspotas locales y shenshi malvados en el campo; es un régimen que, en lo externo, capitula ante el imperialismo y, en lo interno, habiendo sustituido a los antiguos caudillos militares por otros nuevos, somete a la clase obrera y al campesinado a una explotación económica y a una opresión política aún más despiadadas que antes. La revolución democrático-burguesa , que comenzó en la provincia de Kuangtung, se encontraba sólo a medio camino cuando la burguesía compradora y la clase de los déspotas locales y shenshi malvados usurparon su dirección y la desviaron de inmediato por el camino de la contrarrevolució n. Los obreros, campesinos y demás gente sencilla de todo el país, e incluso la burguesía, siguen bajo la dominación contrarrevolucionar ia sin haber obtenido ni la más mínima emancipación política ni económica”.[16]
Por tanto la cuestión es ¿cuál fue la razón por la que el PCCh luego de la muerte del Dr. Sun Yat-Sen todavía insistió en formar alianza con el partido que era encabezado por Chiang Kai-Shek? No fue por otra razón que por lograr unidad y alianza con grupos patrióticos del Kuomintang que estuvieran a favor de la resistencia al Japón y por obligar a Chiang Kai-Shek a parar la guerra contra el pueblo chino y el PCCh. “Después de la invasión japonesa de las tres provincias del Nordeste, el Partido Comunista planteó en 1933 a todas las unidades militares kuomintanistas que atacaban a las bases de apoyo revolucionarias y al Ejército Rojo, la proposición de que, con miras a unirse para resistir al Japón, se firmara un armisticio bajo tres condiciones: cesar los ataques, dar libertades y derechos al pueblo y armar al pueblo. Pero las autoridades kuomintanistas rechazaron esta proposición”.[17] Esto es lo que Mao mismo concluyó a través del análisis materialista y dialéctico sobre la Tortosa guerra del pueblo chino:
“La Guerra de Resistencia del pueblo chino contra el Japón ha seguido un camino sinuoso. Comenzó ya en 1931. El 18 de septiembre de ese año, los agresores japoneses se apoderaron de Shenyang, y en pocos meses ocuparon las tres provincias del Nordeste. El gobierno del Kuomintang adoptó una política de no resistencia. Pero el pueblo y el sector patriota de las tropas de esas provincias, bajo la dirección o con la ayuda del Partido Comunista de China y contra la voluntad del gobierno del Kuomintang, organizaron destacamentos de voluntarios antijaponeses y el Ejército Unido Antijaponés del Nordeste y emprendieron una heroica guerra de guerrillas. Esta guerra cobró en determinado período grandes proporciones y, a pesar de sus numerosas dificultades y reveses, nunca ha sido extinguida por el enemigo. En l932, cuando los agresores japoneses atacaron Shanghái, nuevamente un grupo de patriotas dentro del Kuomintang desafiaron la voluntad de su gobierno y condujeron al XIX Ejército a oponer resistencia a los agresores japoneses. En 1933, cuando éstos atacaron Yejé y Chajar, por tercera vez un grupo de patriotas dentro del Kuomintang desafiaron la voluntad de su gobierno: en cooperación con el Partido Comunista, organizaron el Ejército Aliado Antijaponés y presentaron resistencia. Fueron el pueblo chino, el Partido Comunista de China, los otros grupos democráticos y los chinos patriotas de ultramar quienes brindaron apoyo a todas estas acciones militares contra la agresión japonesa, mientras que el gobierno del Kuomintang, ateniéndose a su política de no resistencia, no hizo nada en este sentido. Antes por el contrario, fue ese mismo gobierno el que torpedeó las acciones antijaponesas en Shanghai y en Chajar. Además, destruyó el Gobierno Popular establecido en 1933 en Fuchién por el XIX Ejército”.[18]


V. ¿Cómo obligó el PCCh a Chiang Kai-shek a aceptar los términos de la unidad?

“En 1936, el Ejército del Nordeste del Kuomintang, mandado por Chang Süe-liang, y el Ejército del Noroeste del Kuomintang, mandado por Yang Ju-cheng, estaban estacionados en Sían y sus alrededores, encargados de atacar al Ejército Rojo de China que había llegado al Norte de Shensí. Influidos por el Ejército Rojo y por el movimiento antijaponés del pueblo, aprobaron la creación de un frente único nacional antijaponés, propuesta por el Partido Comunista de China; y exigieron que Chiang Kai-shek se aliara con el Partido Comunista para resistir al Japón. Chiang Kai-shek rechazó la exigencia, activó aún más sus preparativos militares para el ‘exterminio de los comunistas’ y asesinó en Sían a jóvenes antijaponeses. Chang Süe-liang y Yang Ju-cheng, en acción conjunta, arrestaron a Chiang Kai-shek. Este fue el famoso Incidente de Sían del 12 de diciembre de 1936. Chiang Kai-shek se vio obligado a aceptar las condiciones de alianza con el Partido Comunista y de resistencia contra el Japón, y, puesto en libertad, volvió a Nankín.”[19]
Una vez más, esta ejecución de la política por parte del PCCh no se hizo a través de la directa formación del frente único con Chiang Kai-shek, por el contrario la política del PCCh lo obligó a él a “aceptar” sus condiciones.
No olvidemos que el 7 de Julio de 1937 el imperialismo japonés trató de anexar a toda China por medio de la fuerza armada. El PCCh concluyó que: “El pueblo chino exigió unánimemente la resistencia armada al Japón. Pero transcurrieron diez días antes de que Chiang Kai-shek hiciera una declaración en Lushan anunciando dicha resistencia. Esto lo hizo bajo la presión de todo el pueblo, y también como resultado del serio golpe que la invasión japonesa asestaba tanto a los intereses de los imperialistas ingleses y norteamericanos en China, como a los de los grandes terratenientes y la gran burguesía, que Chiang Kai-shek representaba directamente. Pero, al mismo tiempo, el gobierno de Chiang Kai-shek siguió manteniendo negociaciones con los invasores japoneses; e incluso aceptó un supuesto arreglo pacífico que éstos habían concluido con algunas autoridades locales. No fue sino el 13 de agosto de 1937, al lanzar los invasores japoneses una gran ofensiva contra Shanghái, haciendo imposible para Chiang Kai-shek mantener su dominio en el Sudeste de China, cuando éste se vio obligado a emprender la resistencia armada; pero, aun entonces, y hasta 1944, Chiang Kai-shek nunca cesó de mendigar subrepticiamente la paz al Japón. A todo lo largo de la Guerra de Resistencia, Chiang Kai-shek, traicionando totalmente su propia declaración de Lushan en la que dijo: ‘Una vez comenzada la guerra, cada uno, sea del Norte o del Sur, sea joven o viejo, tendrá el deber de resistir al Japón y defender la patria’, se opuso a una guerra popular general en la que todo el pueblo fuese movilizado, y adoptó la política reaccionaria de resistencia pasiva al Japón y lucha activa contra el Partido Comunista y el pueblo. Las dos líneas políticas, dos series de medidas y dos perspectivas expuestas por el camarada Mao Tse-tung en este artículo, reflejan precisamente la lucha entre la línea del Partido Comunista y la de Chiang Kai-shek en la Guerra de Resistencia contra el Japón.”[20] (Énfasis nuestro —Borhan).
¡Suena conocido! Por supuesto que sí. Detrás de la puerta y a pesar de las bravuconadas verbales sobre “el gran Satán norteamericano” , que se hacen con el propósito de crear opinión pública, el RFII ha estado negociando con la administració n estadounidense para alcanzar un “arreglo pacífico”. “Acuerdo pacífico” no es otra cosa que los dejen ser los administradores locales de los campos petroleros a costa de la explotación y represión a las masas trabajadoras.


Vi. Las dos líneas en la guerra contra el Japón

La lucha de dos líneas continuó entre la línea revolucionaria y la línea reaccionaria, entre los gobiernos del PCCh y del Kuomintang (Chiang) por conseguir el liderato en la guerra de resistencia contra el imperialismo japonés. Por tanto surgieron y se adoptaron dos políticas completamente diferentes, una por el Presidente Mao (PCCh) y la otra por Chiang. Mientras el gobierno de Chiang hacía todo lo posible por entrar en acuerdos y arreglos pacíficos con el imperialismo japonés, al mismo tiempo mantenía su active oposición al Partido Comunista de China y libraba una Guerra civil contra éste.
Como resultado, un mes después de la invasión japonesa (el 25 de agosto de 1937), el Presidente Mao planteó unos lineamientos para la propaganda y la agitación para los órganos de propaganda del Comité Central del Partido Comunista de China. Esto es lo que propugna: “Pero, por otro lado, las autoridades del Kuomintang continúan, aún después del Incidente de Lukouchiao, ocurrido el 7 de julio con la errónea política que han venido aplicando desde el Incidente del 18 de Septiembre: contraen compromisos y hacen concesiones, reprimen el entusiasmo de los ejércitos patriotas y el movimiento patriótico del pueblo por la salvación nacional. Sin duda alguna, después de apoderarse de Peiping y Tientsín, el imperialismo japonés, apoyándose en su brutal fuerza militar, contando con la ayuda del imperialismo alemán e italiano y explotando las vacilaciones del imperialismo inglés y el aislamiento del Kuomintang respecto de las amplias masas trabajadoras, proseguirá con su política de ofensivas en gran escala, dará el segundo y el tercer paso en su preestablecido plan de operaciones y lanzará violentos ataques sobre todo el Norte de China y otras regiones. Las llamas de la guerra están ardiendo ya en Chajar y Shanghái. Para salvar la patria, resistir a los ataques del poderoso invasor, defender el Norte de China y las zonas litorales y recuperar Peiping, Tientsín y el Nordeste de China, todo el pueblo chino y las autoridades del Kuomintang deben aprender a fondo la lección de la pérdida del Nordeste de China, de Peiping y Tientsín, escarmentar con la caída de Abisinia, conocer la historia de la victoriosa lucha de la Unión Soviética contra sus enemigos extranjeros, aprender de la actual experiencia de España en su triunfante defensa de Madrid, y unirse firmemente para combatir hasta el fin en defensa de la patria. De aquí en adelante la tarea es: ‘Movilizar a todas las fuerzas para la victoria de la Guerra de Resistencia’, y la clave para su realización es un cambio completo y radical de la política del Kuomintang.”[21]
El Presidente Mao sintetiza “Las dos líneas en la guerra de resistencia contra el Japón” así:
“Cuando se trata de hacer tal balance, todo el mundo advierte claramente que en China hay dos líneas directrices diferentes. Una lleva a derrotar a los agresores japoneses, mientras que la otra, lejos de ello, en realidad los ayuda en algunos aspectos, perjudicando a la Resistencia.
La política del gobierno del Kuomintang de resistencia pasiva al Japón y su reaccionaria política interna de represión activa del pueblo, han acarreado los reveses militares, la pérdida de gran parte del territorio nacional, la crisis financiera y económica, la opresión y la miseria para el pueblo y el resquebrajamiento de la unidad nacional. Estas políticas reaccionarias han obstaculizado la movilización y unificación de todas las fuerzas antijaponesas del pueblo chino para una eficaz prosecución de la guerra, así como el despertar y la unión de nuestro pueblo. No obstante, el proceso del despertar y la unión del pueblo chino nunca se ha detenido, sino que se ha desarrollado siguiendo un curso sinuoso bajo la doble opresión de los agresores japoneses y del gobierno del Kuomintang. En China, desde hace mucho existen nítidamente dos líneas distintas: la línea del gobierno del Kuomintang, de opresión contra el pueblo y de resistencia pasiva, y la línea del pueblo chino, de despertar y unirse para llevar a cabo una guerra popular. Aquí está la clave de todos los problemas de China.”[22]
El PCCh bajo el liderato de Mao nunca dudó sobre el character del Kuomintang bajo el liderato de Chiang (como representante de los grandes terratenientes y la gran burguesía) y cada vez persuadiendo al Kuomintang de parar la Guerra civil y la Resistencia pasiva, Mao les enseñó a las masas sobre cómo resistir independientemente al invasor japonés, bajo el liderato del partido comunista pero no esperando que la camarilla reaccionaria se “una”, basado en el análisis científico materialista y dialéctico de la situación específica que el pueblo chino enfrentó en cada momento dado.
Los seguidores de la formación del frente único deben considerar responder a la cuestión de si bajo la actual política del régimen islámico existe o no alguna posibilidad de formar un frente único entre los grupos comunistas, como el PCI (MLM), y este régimen. Dado que el RFII con toda su mortífera fuerza está llevando a cabo la política de Guerra civil, no planea garantizarle al pueblo derechos democráticos fundamentales —como libertad de conciencia, libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de creencia, libertad de expresión, libertad de prensa, libertad de reunión, libertad de asociación, y libertad de las mujeres de todas las punitivas leyes islámicas misóginas basadas en género, libertad para TODOS los presos políticos— y no planea reconocer el derecho del pueblo de todas las formas de vida, incluyendo a los auténticos comunistas revolucionarios y su partido comunista, a armarse contra el agresor yanqui (cuando EU invada a Irán), de manera independiente y sin control de la RII
Mao nos enseñó:
“Un partido revolucionario es el guía de las masas, y no hay revolución que no fracase cuando ese partido las conduce por un camino erróneo. A fin de conquistar con seguridad la victoria en la revolución y no conducir a las masas por un camino erróneo, tenemos que cuidar por unirnos con nuestros auténticos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos. Y para distinguir a los auténticos amigos de los verdaderos enemigos, tenemos que hacer un análisis general de la condición económica de las diversas clases de la sociedad china y de sus respectivas actitudes hacia la revolución.”[23]
El PCCh bajo el liderato del Presidente Mao nunca perdió de vista la conquista del poder. Ni antes, ni después, ni durante la formación del frente único. Cualquiera que fueran la política y los lineamientos que planteara, él nunca olvidaba que todas debían server a la tarea principal de la conquista del Poder por el proletariado chino y su partido de vanguardia, el PCCh. En otras palabras, el Presidente Mao resuelve las contradicciones que enfrentan el PCCh y el pueblo chino, basado en ganar el corazón de las masas, contar con el ejército popular (el Ejército Rojo), la creación y expansión de bases rojas y servir a los intereses a corto y largo plazo del proletariado chino para transformar a China en una sociedad socialista y de allí al mundo comunista.
Como sintetizó el Presidente Mao:
“Hay que tener siempre presente que la guerra civil de diez años fue detenida y las tres grandes campañas anticomunistas y otras incontables provocaciones durante la Guerra de Resistencia (inclusive la reciente invasión por Chiang Kai-shek del sector Sur de la región fronteriza de Shensí-Kansú-Ningsia) fueron frenadas no porque Chiang Kai-shek fuera fuerte, sino, al contrario, porque Chiang Kai-shek, relativamente, no era bastante fuerte, mientras el Partido Comunista y el pueblo eran relativamente fuertes. La guerra civil de diez años fue detenida no por los llamamientos de las personalidades de todo el país que deseaban la paz y temían la guerra (como los de la antigua Liga para la Proscripción de la Guerra Civil y otros grupos similares), sino por la exigencia, apoyada por las armas, del Partido Comunista de China, así como del Ejército del Nordeste, al mando de Chang Süe-liang, y del Ejército del Noroeste, al mando de Yang Ju-cheng. Las tres grandes campañas anticomunistas y otras incontables provocaciones fueron rechazadas no porque el Partido Comunista hubiera hecho concesiones ilimitadas y actuado con sumisión, sino, al contrario, porque había persistido en una justa y firme actitud en defensa propia: ‘No atacaremos a menos que seamos atacados; si somos atacados, contraatacaremos.’”[24]
Camaraderilmente,
Borhan Azemi
17-feb-2008

* “El imperialismo estadounidense, el fundamentalismo islámico… y la necesidad de otro camino”, Revolución #92, 17 de junio de 2007.
** Hoyatoleslam Muqtada al-Sadr (¿1974? -) es un joven clérigo y líder chií iraquí, nieto del famoso clérigo chií Mohamed Sadeq al-Sadr. Es el líder de facto de la Ciudad de Sadr en Bagdad y está al frente del Ejército de al-Mahdi. También es el líder máximo del partido político Bloque Sadr, que es el brazo político de su milicia. [N. del T.]
[1] Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945). “V. ¡Que todo el Partido se una y luche por el cumplimiento de sus tareas!”. Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, p. 274.
[2] Sobre la táctica de lucha contra el imperialismo japonés. (27 de diciembre de 1935). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I, p. 167.
[3] Sobre la táctica de lucha contra el imperialismo japonés. (27 de diciembre de 1935). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I. Nota 9, pp. 186-87.
[4] Líneas políticas, medidas y perspectivas en la lucha contra la ofensiva japonesa. (23 de julio de 1937). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo II, p.7, nota.
[5] Análisis de las clases en la sociedad china (Marzo de 1920). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I, p. 9, nota.
[6] Sobre el gobierno de coalición. Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, p. 252.
[7] UCI (Sarbedaran) , ¡Se justifica la rebelión!, UMQG, http://rwor. org /a/perus/uic/ uic2_s.htm
[8] La situación y nuestra política después de la victoria en la guerra de resistencia contra el Japón (13 de agosto de 1945). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo IV, pp. 8-9.
[9] Programa borrador del Partido Comunista de Irán (MLM). http://acgcr. org/mri_archivos /iran/irbopr02. htm)
[10] Servicio noticioso UMQG – 3 de diciembre de 2007.
[11] El 6 de diciembre de 1953, pocos meses después del golpe dirigido por EU (18 de agosto de 1953), Nixon (en ese entonces vicepresidente del presidente D. Eisenhower) “viajó a Irán y se manifestó muy impresionado tanto con el primer ministro Zahedi como con Mohammad Reza Shah” (Stephen Kinzer, autor de “Todos los hombres del Sha” p. 211). Antes de la llegada de Nixon, los estudiantes en la Universidad de Teherán estaban ocupados organizando su protesta contra la llegada del cabecilla de EU que dirigió el golpe de Estado apara sacar al gobierno nacional del Dr. Mosaghegh. El viaje de Nixon a Irán alimentó un creciente levantamiento antiyanqui en Irán; los estudiantes de la Universidad de Teherán hicieron una manifestación el 6 de diciembre de 1953. El ejército del Sha atacó a los estudiantes matando a tres de ellos. Desde entonces (1953) es 6 de diciembre es declarado como el día de estudiante en Irán.
[12] Consúltese el sitio de internet del “Colectivo de estudiantes y jóvenes iraníes residentes en Europa”:
http://committe2007.blogfa.com/post-39.aspx
«A los prisioneros, hombres o mujeres, se les obliga a responder las preguntas escritas u orales de los inspectores mientras están sentados en sillas de Madera o metal de cara a la pared. Este tipo de interrogatorios continúa por horas y horas sin interrupción. Si los prisioneros no están dispuestos a cooperar o se niegan a admitir las acusaciones entonces entran a un proceso más duro. Los inspectores comienzan insultando a todos los miembros de la familia, especialmente a las mujeres. Mezclan los insultos con golpes en la nuca y los hombros y poco a poco llega la oscuridad, el momento de la tortura. Entran en escena aquellos que según los inspectores son los ‘quebradores de la voluntad’ y tienen habilidades especiales. Llevan a los presos abajo o al cuarto con calefacción central o al patio de atrás. Los ‘quebradores de la voluntad’ están siempre gritando, insultando y amenazando. Le ordenan al preso sentarse y ponerse de pie y éste tiene que escoger entre obedecer o ser golpeado. Durante este proceso los ‘quebradores de la voluntad’ se la pasan hablando sobre la enfermedad de los padres de uno, cómo a la madre le dio un ataque al corazón al oír sobre su hijo, cómo el juez ha ordenado un tipo especial de castigo islámico, etc. Tan pronto el prisionero hace lentamente el movimiento de sentarse o ponerse de pie, comienzan a golpearlo. Poco a poco el prisionero se siente cansado y débil y enfrentará insensibilidad en los pies, ahora comenzará el nuevo proceso. Le ordenan al prisionero pararse en un solo pie. Si uno no obedece entonces recibirá puños en el estómago o cachetadas en la cara. Esto aumentará su debilidad de modo que ya no puede mantenerse parado en el pie. Los ‘quebradores de la voluntad’ dependiendo de su experiencia, llegarán a este punto muy pronto. Comienzan a darles patadas de arriba a abajo en la pantorrilla. Cada golpe hace que uno doble las rodillas y pierda el equilibrio. Le comienza a uno un múltiple dolor en los pies. Entonces comienzan a golpearlo a uno en la nuca y la garganta con el filo de la mano. El golpe en la columna vertebral hace que a uno se le nuble la vista. Durante este proceso por lo general el prisionero se cae, pero los ‘quebradores de la voluntad’ le echan agua fría con un vaso de plástico en la cara, el cuello y abajo de la cintura para mantenerlo a uno más despierto.
En esa condición regresan al prisionero al calabozo esperando que llene 100 páginas en las hojas membreteadas de los ‘tribunales de la revolución’, diciéndole que si para el día siguiente no ha llenado las hojas con su confesión entonces se repetirá la tortura. El prisionero después de todas esa presión tiene que escoger entre no dormir o ser torturado de nuevo.
Si uno se niega de alguna forma a la voluntad del inspector o de los ‘quebradores de la voluntad’ entonces ellos regresarán con la orden del juez del castigo islámico especial. Según esta orden lo atarán a uno de pies y manos a una base de Madera y lo golpearán con corre o látigo en las plantas de los pies.
Si el equipo de interrogatorio no está seguro sobre la duración del arresto entonces no se arriesgan y tratan de que no quede ninguna señal de tortura en el cuerpo del prisionero. En este caso utilizan el método de tortura blanca. En las secciones 209 y 325 de la cárcel hay calabozos individuales en color completamente blanco o rojo. Mantienen al prisionero durante semanas en este tipo e calabozo y no le preguntan nada. En este tipo de calabozos hay una pequeña ventana de 20 x 10 cm en la parte de debajo de la puerta para meter la comida, así que uno ni siquiera puede ver al guardia. Debido al color del calabozo uno pierde el aplomo y tendrá fuertes tensiones nerviosas. Si se mantiene por largo tiempo este método de tortura indolora los prisioneros enloquecen y pierden su subjetividad tornándose dispuestos a cooperar con ellos.
Otro tipo de tortura en especial contra los prisioneros jóvenes es el abuso sexual. Le amarran las manos en la espalda, le cubren los ojos y lo ponen contra la pared y lo rodean entre tres o cuatro, comenzando con amenazas sexuales y tocándole diferentes partes del cuerpo… uno se pone tan nervioso que o se da por vencido y coopera o recurre a reaccione de locura…
Mantenerlos despiertos es otro tipo duro de tortura que utilizan con los prisioneros. Lo ponen a uno en una celda individual donde con proyectores potentes alumbran la celda desde unos tres metros de distancia. Ponen a sonar a todo volumen una alarma o canciones fúnebres. Así le despedazan a uno los nervios e incluso cuando está inconsciente lo sumergen en agua para mantenerlo despierto. Y de nuevo lo ponen en la misma celda superalumbrada y con alarmas o canciones fúnebres a todo volumen. Y este proceso continua por unos 3 a 7 días.
La anterior descripción es solo una parte de lo que está sucediendo en los calabozos 209 y 325. Los ‘estudiantes que aman la libertad y buscan la igualdad’ que ya están en las cárceles del régimen de la República Islámica de Irán, están bajo amenazas de tan inhumanos y bárbaros hechos. Este peligro es mucho mayor para los prisioneros que no pueden tener ningún contacto con sus familias.»
[13] «El parasitismo aumentado y los ‘dos sectores anticuados’», por Bob Avakian, Presidente del PCR,EU. http://www. revcom.us/a/ 118/makingrevolu tion-p2-06- es.html
[14] Sobre la declaración de un vocero de Chiang Kai-shek (16 de agosto de 1945). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo IV, nota 2, p. 43.
[15] Análisis de las clases en la sociedad china (Marzo de 1920). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I, Nota 6, pp. 16-17.
[16] ¿Por qué puede existir el poder rojo en China? (5 de octubre de 1928), Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I, p. 63.
[17] Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945). III. Las dos líneas en la guerra de resistencia contra el Japón. Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, p. 214.
[18] Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945). III. Las dos líneas en la guerra de resistencia contra el Japón. Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, pp. 213-13.
[19] Sobre la declaración de un vocero de Chiang Kai-shek (16 de agosto de 1945). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo IV, Nota 5, p. 43.
[20] Líneas políticas, medidas y perspectivas en la lucha contra la ofensiva japonesa. (23 de julio de 1937). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo II, pp. 7-8, nota.
[21] Por la movilización de todas las fuerzas para la victoria de la guerra de resistencia (25 de agosto de 1937). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo II, p. 18.
[22] Sobre el gobierno de coalición (24 de abril de 1945). III. Las dos líneas en la guerra de resistencia contra el Japón. Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, pp. 211-12.
[23] Análisis de las clases en la sociedad china (Marzo de 1920). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo I, p. 9.
[24] Sobre la declaración de un vocero de Chiang Kai-shek (16 de agosto de 1945). Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo IV, p. 42.