viernes, 22 de mayo de 2009

Philipinas: Sinestros planes de intervención imperialista.



El levantamiento de las restricciones sobre el ingreso de tropas extranjeras en la agenda de la reforma constitucional filipina: en mayo entrarán en la República de Filipinas tropas de 12 países

AUTOR: IBON Media
Traducido por Ana Atienza
para Tlaxcala.
La Administración parece dispuesta a permitir la entrada en el país a un número indeterminado de militares extranjeros a principios de mayo de 2009 con el fin de realizar "maniobras de entrenamiento para prestar ayuda en caso de catástrofes", a pesar de la inexistencia de tratados que otorguen validez legal a esta decisión tal como exige la Constitución.
Este desprecio hacia las restricciones que establece la Constitución sobre la presencia de tropas e instalaciones extranjeras en el país muestra claramente que se trata de un asunto incluido en la agenda de la reforma constitucional (“Charter change”, comúnmente denominada “Cha-cha”) de esta administración.
Caricatura contra la agenda "cha-cha" de reforma constitucional de la Sra. Pdte. Arroyo. Los Pinoys son los Filipinos.
Estados Unidos y Filipinas auspiciarán conjuntamente la Demostración Voluntaria de Respuesta (DVR) del Foro Regional de la ASEAN (FRA), que se desarrollará en el centro de Luzón entre el 4 y el 8 de mayo. La Secretaría de la ASEAN ha declarado que esta actividad consiste en una serie de maniobras de formación sobre cómo prestar ayuda en caso de catástrofe "dirigida por civiles y respaldada por militares", con doce países "[que proporcionarán] material, personal y cualificación": EE.UU., Australia, Nueva Zelanda, Japón, Indonesia, República de Corea, Singapur, Mongolia, Sri Lanka, Papúa Nueva Guinea, la Unión Europea y Filipinas. Al menos otros ocho países participarán en calidad de observadores.

Está previsto que el FRA, surgido en 2004, se convierta en el "principal foro regional sobre política y seguridad de la región de Asia-Pacífico". El FRA incluye en su amplia agenda sobre política y seguridad la "guerra contra el terrorismo", e incluye también temas como los denominados crímenes internacionales, el desarme nuclear, las armas de destrucción masiva, etc. En línea con las doctrinas y las prácticas militares estadounidenses, estas maniobras de ayuda en caso de catástrofe como la DVR del FRA son uno de los pretextos con los cuales está previsto avanzar en dicha agenda sobre seguridad.
El verdadero objetivo de la DVR, según el impulso que ha recibido por parte del Comando Pacífico de Estados Unidos (PACOM) y el gobierno filipino desde principios de 2008, es realizar ejercicios militares multinacionales/regionales para mejorar las operaciones entre los militares de los países del FRA bajo el liderazgo de facto de Estados Unidos. El FRA pretende cumplir los objetivos estratégicos de Estados Unidos en el sureste de Asia, que consisten en mantener su hegemonía y evitar ser excluidos de esa región por parte de las grandes potencias del este asiático (Japón o China) o por cualquier grupo significativo de países más pequeños, proteger el libre acceso a las principales rutas marítimas de la región y potenciar el comercio y las oportunidades de inversión en los países asiáticos.
Protesta contra los AFAV, 2008
Por otra parte, esas claras maniobras militares supuestamente internacionales no lo serán tanto, ya que Filipinas no posee Acuerdos con Fuerzas Armadas Visitantes (AFAV) con ningún otro país que no sea Estados Unidos, ya que aún se están manteniendo conversaciones en este sentido con Australia y Brunei. Pero incluso el AFAV entre EE.UU. y Filipinas ha sido objeto de críticas, entre otras cosas, por no haber sido ratificado aún por el Senado estadounidense tal como exige la sección XVIII, artículo 25 de su Constitución.
Dado que la agenda fundamentalmente centrada en cuestiones de política y seguridad de la demostración DVR del FRA no va a contar con el respaldo de una verdadera actividad civil, la participación de militares extranjeros seguirá siendo significativa.
La DVR incluirá proyectos civiles y militares con demostraciones de búsqueda por tierra, mar y aire, asistencia médica y evacuación, reconstrucción de obras de ingeniería y relaciones públicas. Es probable que se recurra a personal y recursos militares extranjeros para los rescates desde el aire y desde el mar, así como en misiones médicas/dentales. En concreto, la bahía de Subic y la antigua base aérea de Clark podrían albergar importantes centros de maniobras para barcos y aviones militares.
Sin embargo, por mucha importancia que se le quiera restar al asunto, cualquier presencia militar extranjera es inconstitucional. El gobierno sin duda es plenamente consciente de ello, ya que desde 2008 está manteniendo numerosas reuniones entre organismos para buscar la manera de soslayar esta prohibición constitucional. Debería existir una postura firme por parte del gobierno para que no participen en estas maniobras tropas extranjeras que de un modo u otro puedan quebrantar el veto que establece la Constitución sobre su presencia al no haberse firmado los tratados que la Carta Magna exige.
La entrada prevista de tropas extranjeras indica que la agenda de la reforma constitucional de la administración de Arroyo está convirtiendo a Filipinas en un país que no sólo aboga por las inversiones procedentes del exterior y el empleo en el extranjero, sino también por la protección militar procedente de otros países, particularmente Estados Unidos. Esto está sucediendo aunque el país no posea enemigos conocidos o declarados, a diferencia de Estados Unidos, cuya presencia en Filipinas no hace sino incrementar la posibilidad de participar en guerras indeseadas e incluso de sufrir represalias. En resumidas cuentas, la agenda de la reforma constitucional continúa socavando la soberanía del país y nuestra capacidad para valernos por nosotros mismos en la esfera económica y política.

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