viernes, 1 de julio de 2016

Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo. Capítulo 21: La construcción del Socialismo: La experiencia rusa.


Curso Básico de Marxismo-Leninismo-Maoísmo.
Capítulo 21: La construcción del Socialismo: La experiencia rusa.
Capítulo 21


El siguiente documento ha sido redactado por el Partido Comunista de la India (Maoísta) y es utilizado como guía de estudio por sus cuadros. El blog “Cultura Proletaria” ha decidido, por su gran importancia y por el interés que suscita, traducir el documento al español.


Capítulo 21: La construcción del Socialismo: La experiencia rusa

En la época de la Revolución de Octubre había dos puntos de vista supuestamente marxistas respecto a la construcción del socialismo.
Uno de estos puntos de vista era representado por los mencheviques y otros como ellos. Este grupo se oponía a continuar y llevar a cabo la revolución socialista y quería que el poder se mantuviese en manos de la burguesía. Su argumentación era que, dado que el capitalismo no se había desarrollado lo suficiente y se concentraba en los medios de producción, particularmente en la agricultura, el momento no era adecuado para que el proletariado conquistase el poder. Entonces propusieron que el proletariado debería esperar cierto tiempo hasta que el capitalismo se desarrollase en cierto grado sobre el control de la burguesía. Eso crearía las condiciones para la nacionalización de los medios de producción y para la construcción del socialismo. Los mencheviques eran como vemos, completamente contrarios a que el proletariado socializara los medios de producción y continuara el camino del programa de la construcción del socialismo.
El otro punto de vista era representado por un grupo interno del partido bolchevique de personas entonces llamadas comunistas “de izquierdas”. Su posición era que el poder debía ser conquistado y que todos los medios de producción debían ser inmediatamente nacionalizados hasta la socialización de la propiedad de los pequeños y medios campesinos y otros pequeños productores. Estos comunistas “de izquierdas” querían, como vemos, tomar una posición antagónica con el campesinado, y así alejar al principal aliado de la revolución.
Lenin luchó contra ambos puntos de vista, y trazó la línea correcta para la construcción del socialismo. Los principales aspectos del camino trazado por Lenin para la construcción del socialismo pueden ser resaltados en las siguientes formulaciones:
a) El proletariado no debe perder sus oportunidades, sino utilizarlas a su favor para conquistar el poder. Esperar sólo tendrá como resultado el avance del capitalismo que arruinará a millones de pequeños y medios productores individuales;
b) los medios de producción industriales deben ser confiscados y convertidos en propiedad estatal;

c) Los pequeños y medios productores individuales deben unirse de forma gradual en cooperativas agrícolas, es decir, en grandes empresas agrícolas, granjas colectivas;
d) La industria debe ser desarrollada al más alto nivel y las granjas colectivas deben ser introducidas en las modernas y tecnológicas bases de la producción a gran escala. La propiedad de las granjas colectivas no debe ser confiscada, sino por el contrario, generosamente suministradas con tractores de primera clase y otras máquinas;
e) Intercambio mediante la compra y venta, es decir, la producción de mercancías debe ser preservada por un cierto período, ya que los campesinos no aceptarían ninguna otra forma de conexión económica entre el campo y la ciudad. Pero estos intercambios deben ser realizados únicamente a través de la forma de intercambios soviéticos, entre el Estado, las cooperativas y las granjas colectivas. Esto debe ser máximamente desarrollado y los capitalistas de todos los tipos y descripciones deben ser exteriorizados de la actividad del intercambio.
De estos cinco puntos, los dos primeros pasos, la toma del poder y la nacionalización de la gran industria, fueron completados en los primeros meses. Sin embargo, las siguientes etapas de la construcción del socialismo no podrían llevarse a cabo de inmediato por culpa de las condiciones extremadamente difíciles, creadas por los ataques por todos lados que el primer estado proletario enfrentaba. Debido a la guerra civil, la propia continuidad del Estado estaba en cuestión. Para enfrentarse a este ataque universal, el Partido tenía que movilizar a todo el país para luchar contra el enemigo. Un paquete de medidas de emergencia llamado “comunismo de guerra” se puso en marcha.
Sobre el comunismo de guerra, el gobierno soviético tomó el control de la media y pequeña industria, además de la gran industria; Introdujo el monopolio del estado de todo intercambio de granos y prohibió el intercambio de granos; Estableció el sistema de apropiación del excedente, en que toda producción de excedente era luego comprada por el Estado en precios fijados; y finalmente introdujo el servicio de trabajo universal para todas las clases, haciendo el trabajo manual obligatorio para la burguesía, liberando así a los trabajadores de las responsabilidades de mayor importancia en el frente. Esa política de “comunismo de guerra” fue, sin embargo, un Estado temporal para cumplir con las necesidades de la guerra. Ayudó a movilizar a toda la población para la guerra y dio como resultado la derrota de todos los intervencionistas extranjeros y reaccionarios nacionales a finales de 1920 y la preservación de la independencia y libertad de la nueva república soviética.
En 1921 hubo un nuevo giro en la situación en Rusia. Después de lograr la victoria en la guerra civil, la tarea era entonces establecer un trabajo de pacificación de la restauración económica. Con este fin, se hizo un cambio de política, del comunismo de guerra a la Nueva Política Económica (NEP). De acuerdo con este cambio, la apropiación obligatoria del excedente fue suspendida, se reintrodujeron los intercambios privados y fueron permitidas las manufactura privadas para abrir pequeños negocios. Esto era necesario porque las medidas del comunismo de guerra habían ido demasiado lejos e hicieron resentirse a algunas fracciones de la masa de la base del Partido, sobre todo el campesinado. Sin embargo, los trotskistas se opusieron fuertemente a la NEP, considerándola un retroceso. Lenin, en el X Congreso del Partido, en marzo de 1921, rompió con los trotskistas y convenció al Congreso del cambio político, que fue adoptado. Más tarde, Lenin dio entonces la sustancia teórica de la exactitud de la NEP en su informe “Sobre la táctica del Partido Comunista de Rusia“, presentado ante el Tercer Congreso de la Internacional Comunista en julio de 1921. La NEP continuó hasta finales de 1925, cuando el XIV Congreso del Partido tomó la decisión de entrar en la nueva fase de construcción del socialismo, la industrialización socialista.
La industrialización socialista: En aquel momento, la Unión Soviética estaba todavía relativamente atrasada, era un país agrario, con dos terceras partes de toda la producción procedente de la agricultura, y sólo una cuarta parte procedente de la industria. Para avanzar hasta ser el primer estado socialista, el obstáculo de ser económicamente independiente del imperialismo era de gran importancia. Por lo tanto, el camino para la construcción del socialismo debía en primer lugar centrarse en la industrialización socialista. En palabras de Stalin, “transformar nuestro país de un país agrario en un país industrial, capaz de producir con sus propios medios las máquinas y herramienta necesarias: en esto consiste la esencia, el fundamento de nuestra línea general“. Por lo tanto, el objetivo principal era la industria pesada, que produce máquinas para otras industrias y para la agricultura.
Esta política tuvo éxito en la construcción de una poderosa base industrial independiente del imperialismo. También permitió la defensa de la base socialista en la Segunda Guerra Mundial. Además, expandió la industria mucho más rápido que muchos países imperialistas, demostrando así la inmensa superioridad del sistema socialista. El factor principal de esto fue la plena participación en el aumento de la producción por parte de toda la clase proletaria. En aquella época, todo el mundo capitalista estaba sufriendo una severa crisis económica, mientras que la industria socialista estaba marchando hacia adelante sin ningún problema.
Sin embargo, gracias al especial énfasis del desarrollo prioritario de la industria pesada, la agricultura fue descuidada en los planes. Por eso, en el período en que la producción industrial se multiplicó por nueve, la producción de cereales no creció ni 1/5 de la producción original. Esto mostró que el crecimiento de la agricultura era mucho menor en comparación con el crecimiento de la industria. Esto también ocurrió en la propia industria en la que la industria pesada creció mucho más rápido que la industria ligera. Mao, en su “Crítica de la economía soviética“, criticó este énfasis y llamó a la promoción simultánea tanto de la industria como de la agricultura. Dentro de la rama de la industria, llamó al desarrollo tanto de la industria ligera como de la pesada.
La colectivización de la agricultura: El primer paso en este proceso fue llevado a cabo en el período de restauración de la propia NEP, así como en la formación de las primeras cooperativas entre pequeños y medianos campesinos. Sin embargo, debido a la resistencia de los kulaks (campesinos ricos) no hubo muchos avances. Además, los kulaks tomaron una posición de oposición activa y sabotaje contra el proceso de construcción del socialismo. Se negaron a vender sus excedentes de producción al Estado Soviético. Entonces recurrieron al terrorismo contra las granjas colectivas, contra trabajadores del partido y funcionarios del gobierno en el campo, y quemaron varias granjas, así como reservas de cereales del Estado. En 1927, gracias a esta acción de sabotaje, la parte comercializada de la cosecha fue de sólo el 37% del total de la comercialización antes de la guerra. Por lo tanto, en aquel año, el partido tomó la decisión de emprender una ofensiva para poner fin al sabotaje de los kulaks. Apoyándose en los campesinos pobres y alineándose con los campesinos medios, el Partido fue capaz de alcanzar el éxito en la compra de cereales y avanzar el proceso de colectivización. Sin embargo, el mayor avance llegó a finales de 1929.
Incluso antes de 1929, el Gobierno soviético había puesto en práctica la política de restringir los kulaks. La consecuencia de esta política fue el congelamiento del crecimiento de la clase Kulak, que en algunas secciones, incapaces de resistir la presión de esas políticas, fueron forzadas a salir del servicio y se arruinaron. Sin embargo, esta política no consiguió acabar con las bases económicas de los kulaks, destruirlos como clase, o eliminarlos. Esa política fue esencial para un período de tiempo en el que las granjas colectivas y las granjas del Estado eran todavía débiles e incapaces de sustituir a los kulaks en la producción de granos.
A finales de 1929, con el crecimiento de las granjas colectivas y las granjas estatales, el Estado soviético cambió rápidamente de dirección para la potítica de eliminación de los Kulaks, destruyéndolos como clase. Retiró las leyes de arrendamiento de tierras y contratos de trabajo en el campo, privando así a los Kulaks tanto de tierra como de sus asalariados, y retiró la prohibición de la confiscación de la propiedad de los Kulaks. También permitió a los campesinos confiscar el ganado, máquinas y otras propiedades de las granjas de los Kulaks en beneficio de las granjas colectivas. Los Kulaks, por lo tanto, perdieron todos sus medios de producción. Fueron expropiados, así como los capitalistas habían sido expropiados en el ámbito industrial en 1918. La diferencia, sin embargo, era que los medios de producción de los Kulaks no estaban en manos del Estado, sino en manos de los campesinos, unidos en granjas colectivas.
Se adoptó un plan de “paso a paso” para la aplicación de esta política. Dependiendo de las condiciones de las distintas regiones, se establecieron diferentes tasas de colectivización, y se fijó el tiempo máximo de un año para la completa colectivización. La producción de tractores, cosechadoras y otras máquinas agrícolas fue extremadamente alta. Se multiplicaron los préstamos del Estado a las granjas colectivas en el primer año. Se seleccionaron 25.000 trabajadores con conciencia de clase y fueron enviados a las zonas rurales para ayudar a la ejecución del plan. El proceso de colectivización, a pesar de sus errores, avanzó de forma rápida a su éxito. Alrededor de 1934, el noventa por ciento de todas las zonas rurales fueron dirigidas a las agricultura socialista, es decir, granjas estatales y granjas colectivas.
Todo el proceso de colectivización agrícola no fue más que una revolución donde el proletariado se alió con los campesinos pobres y medios para acabar con el poder de los Kulaks.
Esta revolución, de un solo golpe, resolvió tres problemas fundamentales en la construcción del socialismo:
a) Eliminó la clase explotadora más numerosa del país, los Kulaks, el gran pilar de la restauración capitalista;
b) Transfirió la clase obrera más numerosa del país, la clase campesina, del camino de la agricultura individual, que hace crecer el capitalismo, al camino de la agricultura colectiva y socialista;
c) Proporcionó al régimen soviético una base socialista en la agricultura, la más extensa y vitalmente necesaria, pero al mismo tiempo menos desarrollada, parte de la economía nacional.
Con la victoria del movimiento por la colectivización, el Partido anunció la victoria del socialismo. En enero de 1933, Stalin anunció que “la victoria del socialismo en todos los brazos de la economía nacional abolió la explotación del hombre por el hombre“. En enero de 1934, el Informe del XVII Congreso del Partido Comunista declaró que “la forma de estructura económica y social del socialismo, ahora permanece indivisible y es por si misma la fuerza de mando de toda la economía nacional“. La ausencia de cualquier clase antagonista fue una vez más reiterada en la presentación de la Constitución del 36 y en otros informes políticos.
Los errores en la experiencia rusa: La experiencia rusa en la construcción del socialismo fue de especial importancia para el proletariado internacional, y en particular para todos los países donde el proletariado conquistó el poder. Stalin, en su libro “Problemas económicos del socialismo en la URSS“, intentó teorizar de acuerdo al proceso de construcción del socialismo y las leyes económicas del socialismo, pero, sin embargo, no consiguió realizar un análisis autocrítico de la experiencia rusa. Posteriormente, Mao hizo un análisis de la experiencia rusa y señaló algunos errores en su práctica, así como en las formulaciones Stalin.
Mao señaló los siguientes errores principales en la experiencia rusa:
1) No haber dado la debida importancia a la contradicción entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas. Esto se reflejó en la prolongada convivencia entre los dos tipos de propiedad. Por un lado la propiedad de todo el pueblo, que representaba las industrias nacionalizadas y granjas estatalizadas, y por el otro la propiedad colectiva (o cooperativa). Mao veía que la coexistencia prolongada entre las formas de propiedad de todo el pueblo y por colectivos estaba destinada a ser cada vez menos adaptable;
2) No haber dado la debida importancia a la línea de masas durante la construcción del socialismo. Mao señaló que en los primeros años la línea de masas fue adaptada, pero después, el Partido Comunista de la Unión Soviética tuvo cada vez menos confianza en las masas. Las líneas donde se hacían mayor hincapié eran la tecnología y sus cuadros técnicos, en lugar de políticas de masas;
3) Rechazar la lucha de clases. Después del éxito del proceso de colectivización, no se le dio suficiente importancia a la contínua lucha de clases que todavía existe dentro del socialismo;
4) El desequilibrio entre la industria pesada por un lado, y la industria ligera y la agricultura por otro;
5) La desconfianza en el campesinado. Mao criticó las políticas soviéticas por no haber dado la debida importancia a los campesinos. Además de trazar tales lecciones de Stalin y de la experiencia rusa, Mao también aprendió con la experiencia china. Intentó, entonces, desarrollar la teoría marxista sobre la construcción del socialismo.

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